Cinco encapuchados apalean y roban a los dueños de una empresa

Los atracadores se llevaron 60.000 euros de una caja fuerte

Cinco encapuchados irrumpieron a finales de febrero en la sede de la firma Eureda, en la calle de Canillas (Chamartín), y lo primero que hicieron, antes incluso de decir que se trataba de un atraco, fue apalear a los dueños de la empresa, según fuentes jurídicas. Con ello pretendían acobardarlos y demostrarles, a base de golpes, que el asunto iba en serio. Tras la paliza, exigieron el dinero que había en la caja fuerte: 60.000 euros.

Dos de los asaltantes iban bien pertrechados. Uno llevaba una escopeta de cañones recortados y el otro una pistola, según fuentes de la investigación.
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Cinco encapuchados irrumpieron a finales de febrero en la sede de la firma Eureda, en la calle de Canillas (Chamartín), y lo primero que hicieron, antes incluso de decir que se trataba de un atraco, fue apalear a los dueños de la empresa, según fuentes jurídicas. Con ello pretendían acobardarlos y demostrarles, a base de golpes, que el asunto iba en serio. Tras la paliza, exigieron el dinero que había en la caja fuerte: 60.000 euros.

Dos de los asaltantes iban bien pertrechados. Uno llevaba una escopeta de cañones recortados y el otro una pistola, según fuentes de la investigación.

El suceso ocurrió a finales de febrero. Los empleados habían salido de la empresa para almorzar al mediodía. Dentro sólo quedaban los dos dueños y una mujer. Los tres son hermanos.

Justo cuando la hermana de los dueños salía por la puerta de la empresa para almorzar, los encapuchados se abalanzaron sobre ella, le dieron un empujón y la encañonaron con las armas. "Llévanos a la planta de arriba, donde están las oficinas", le dijeron. Arriba aún estaban sus hermanos. La chica comenzó a gritar y éstos salieron de sus despachos para ver qué ocurría. Los encapuchados se echaron sobre ellos y empezaron a darles contundentes golpes. Uno de los hermanos, según los citados medios, cayó al suelo mareado fruto de los puñetazos. Está enfermo y no pudo resistirlos. Al otro le dijeron que se tirara al suelo.

"¿Dónde esta la caja fuerte?", gritó un atracador. Uno de los dueños le hizo una indicación. "No, ésa no; la de abajo", aclaró el hombre, de lo que se deduce que conocían la existencia de esa caja y su ubicación. La hermana se ofreció a llevarlos hasta la caja fuerte, incrustada en la pared de una oficina, tras rogar a los encapuchados que no pegasen a sus hermanos, y menos aún al que estaba enfermo.

Mientras cuatro de ellos encañonaban en el suelo a los dos empresarios (uno con la mirada perdida, mareado por los golpes), los otros acompañaron a la hermana hasta la caja fuerte. Había 60.000 euros dentro. "¡No me matéis, que tengo hijos!", suplicó ella a los encapuchados. "Si nos das todo el dinero, no pasará nada", le advirtieron.

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El atraco apenas duró 10 minutos. Con el botín, salieron corriendo. Un coche les esperaba a las puertas de la empresa, y después de recogerlos salió de allí a toda prisa. Los heridos acudieron a un bar cercano para pedir ayuda. Contaron que los agresores iban encapuchados pero no totalmente: dejaban ver sus ojos y, cuando hablaban, se les veían los labios y la barbilla. La media se bajaba con el movimiento de los labios.

Un testigo

Lo que nunca pensaron los atracadores es que alguien les iba a ver al salir corriendo de la empresa y subirse con toda premura en el coche. Les vio y, además, tomó la matrícula. La policía cree tener identificado a uno de ellos, según fuentes de la investigación.

El vehículo está registrado en la provincia de Alicante y figura a nombre de uno de los asaltantes. La policía avisó a sus colegas de Alicante y éstos se presentaron en el domicilio del titular del turismo. Pero allí no había nadie. Vecinos de la zona señalaron que la persona que residía en ese domicilio ya no vivía allí y llevaba un mes sin dar señales de vida. La policía le tiene en búsqueda y captura.

No hay dudas de que es uno de los participantes en el atraco y uno de los encapuchados que golpeó a los dueños de la citada empresa. A través del registro de datos del documento nacional de identidad se ha obtenido su foto.

Los agentes mostraron a las víctimas las fotos y éstas no tuvieron ningún género de dudas de que se trataba de uno de los asaltantes. En concreto, uno de los que bajaron con la chica hasta la caja fuerte. Se trata del vecino de Alicante Matías S., dueño del Seat León usado para huir del lugar del atraco. Un juez de Madrid ha dictado contra él una orden de busca y captura.

Por otra parte, agentes del Cuerpo Nacional de Policía han detenido en Madrid y Toledo a nueve personas, la mayoría de origen chileno, como presuntos integrantes de un grupo organizado "altamente peligroso" dedicado a los atracos en joyerías y a los robos con violencia e intimidación.

Según informó la Dirección General de Policía, los arrestados son Bonek Alexander Q. B., Yoana P. M., David B., Sergio H. B., Yiquin Eduardo C. G., Jimmy N. M., Gino Daniel S. A., María Blanca B. I. y Sandra Esther G. B. Entre ellos se encuentran cinco personas de nacionalidad chilena, un boliviano, un cubano y un español.

Las investigaciones comenzaron tras presentarse numerosas denuncias en la comisaría de Latina con las que se alertaba del incremento de hechos delictivos en la zona, en concreto del aumento de los asaltos a furgones blindados, los atracos a entidades bancarias y a joyerías y los robos con violencia.

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