Editorial:

El futuro del Ente

Los gestores del Ente RTVE -según la muy metafísica terminología burocrática- negociarán con los sindicatos un plan de saneamiento que implica la reducción de su plantilla de unos 8.000 empleados a 4.800. Todo el mundo sabía que la viabilidad de RTVE pasaba por cortar la inercia de un endeudamiento creciente determinado por el temor a abordar la adecuación de las plantillas a la situación real del mercado audiovisual, condicionado por la competencia de las cadenas privadas y autonómicas.

Año tras año se repetían los lamentos, pero siempre se aplazaba la decisión inevitable de poner a ce...

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Los gestores del Ente RTVE -según la muy metafísica terminología burocrática- negociarán con los sindicatos un plan de saneamiento que implica la reducción de su plantilla de unos 8.000 empleados a 4.800. Todo el mundo sabía que la viabilidad de RTVE pasaba por cortar la inercia de un endeudamiento creciente determinado por el temor a abordar la adecuación de las plantillas a la situación real del mercado audiovisual, condicionado por la competencia de las cadenas privadas y autonómicas.

Año tras año se repetían los lamentos, pero siempre se aplazaba la decisión inevitable de poner a cero el contador de la deuda y adecuar los costes laborales a los ingresos reales, lo que pasa por reducir la plantilla. El año pasado se tomó la decisión de asumir con cargo a los presupuestos generales la deuda acumulada, que supera los 7.500 millones de euros, a cambio del compromiso de un plan de viabilidad. Es lo que ayer presentaron la SEPI y la dirección de RTVE a los sindicatos.

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En los últimos cinco años RTVE ha generado un déficit de explotación de unos 500 millones de euros al año, al que hay que sumar entre 150 y 225 millones de coste financiero de la deuda. Este desequilibrio no ha impedido que las dos cadenas públicas generalistas hayan ido perdiendo cuota de audiencia frente a la competencia, tendencia que se agudizará ahora con la entrada en el mercado de dos nuevas cadenas privadas y de la Televisión Digital Terrestre. Al mismo tiempo, su doble vía de financiación (publicidad y subvenciones, más el aval ilimitado del Estado para el endeudamiento), fue objeto de advertencias de la Comisión Europea, que impuso limitaciones, en nombre de la libre competencia, a las ayudas públicas.

Una objeción posible a las medidas es que se aborda el saneamiento sin haber definido previamente el nuevo modelo de televisión pública, cuya reforma está en trámite parlamentario. Pero incluso esa definición será más fácil si puede plantearse sin la hipoteca de unas plantillas que en ningún caso podrían mantenerse, cualquiera que fuera el modelo. Hay que dar por buena la iniciativa y confiar en que se cumplirá el compromiso de aplicarla de manera negociada, mediante jubilaciones anticipadas y bajas incentivadas.

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