Rapsodia en azul

La personalidad artística de Rio Branco encaja en su doble condición de reportero y artista, al ofrecer una amplia gama de registros, que puede ir desde una labor estrictamente fotográfica para la agencia Magnun hasta la realización de interesantes y complejas propuestas en muy diferentes soportes. En esta ocasión presenta 27 fotografías de gran formato realizadas en La Habana entre 1994 y 2001, agrupadas bajo el título Azules. Imágenes que responden al inconfundible estilo que le caracteriza: un interés por los detalles y las superficies, la construcción de atmósferas tenues y sombrías...

La personalidad artística de Rio Branco encaja en su doble condición de reportero y artista, al ofrecer una amplia gama de registros, que puede ir desde una labor estrictamente fotográfica para la agencia Magnun hasta la realización de interesantes y complejas propuestas en muy diferentes soportes. En esta ocasión presenta 27 fotografías de gran formato realizadas en La Habana entre 1994 y 2001, agrupadas bajo el título Azules. Imágenes que responden al inconfundible estilo que le caracteriza: un interés por los detalles y las superficies, la construcción de atmósferas tenues y sombrías cargadas de fuertes contrastes de luz y el protagonismo de una gama básica de colores, especialmente el azul y el rojo. El autor ha ido definiendo su estilo extraordinariamente hasta hacer de él y de sus recursos estéticos una vía para explorar otras formas de documentalismo. Como él mismo señala, intenta trascender los límites del fotoperiodismo. Sus imágenes siempre tienen un punto de partida en lo social, pero la configuración cromática de sus obras y una decidida densificación de las sensaciones concentrándose en el fragmento llevan sus registros hacia un territorio simbólico y poético. En Azules se posa y trabaja sobre las superficies como si éstas fueran la piel de lo social. Extrae de las carrocerías de los viejos coches de La Habana, de los deteriorados inmuebles o de los restos y desechos de las calles, fragmentos de experiencia humana. Rio Branco condensa la realidad en esos mínimos detalles de lo cotidiano para hablarnos de un tejido social construido tanto de sueños y pérdidas como de esperanzas e identidades contradictorias. Una construcción de la realidad que se articula a través de evocaciones y de la creación de atmósferas, de una penumbra que arroja luz sobre la vida y los sentimientos.