Un atropello mortal en Mont-roig vuelve a poner a debate la N-340

La carretera registra una siniestralidad de alrededor de 40 muertos al año

La N-340 se ha cobrado dos nuevas víctimas, en un atropello mortal que ocurrió el sábado por la tarde en Mont-roig del Camp (Baix Camp). Dos muertes más en una lista larguísima de accidentes en la más mortal de las carreteras de Tarragona -alrededor de 40 muertos al año, el 30% del total-. En esta ocasión, un hombre de 28 años y de nacionalidad italiana, Claudio Ernesto R., arrolló a una mujer suiza de 58 y a un ciudadano español de 66 mientras atravesaban la carretera a pie por un punto en el que no está permitido. A unos 15 kilómetros al norte, en Cambrils, en abril del año pasado, un conduc...

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La N-340 se ha cobrado dos nuevas víctimas, en un atropello mortal que ocurrió el sábado por la tarde en Mont-roig del Camp (Baix Camp). Dos muertes más en una lista larguísima de accidentes en la más mortal de las carreteras de Tarragona -alrededor de 40 muertos al año, el 30% del total-. En esta ocasión, un hombre de 28 años y de nacionalidad italiana, Claudio Ernesto R., arrolló a una mujer suiza de 58 y a un ciudadano español de 66 mientras atravesaban la carretera a pie por un punto en el que no está permitido. A unos 15 kilómetros al norte, en Cambrils, en abril del año pasado, un conductor ebrio arrolló a dos camioneros mientras caminaban por el arcén.

"Hay cámpings, hoteles y prostíbulos a lado y lado", explica el máximo responsable de los Mossos d'Esquadra en Tarragona, Agustí Migó. Precisamente, el conductor que el año pasado arrolló a los dos camioneros en Cambrils acababa de salir de un prostíbulo. En el accidente del sábado en Mont-roig, el conductor dio positivo por cocaína y hachís. En un primer momento el hombre se dio a la fuga, pero horas más tarde se entregó a la Guardia Civil, que, a su vez, lo entregó a la policía catalana. Está acusado de un delito de homicidio imprudente y hoy está previsto que pase a disposición judicial, según informaron los Mossos.

Sin embargo, el alcohol y las drogas no son el problema principal. Únicamente lo agrandan. Por la zona prohibida para cruzar donde anteayer murieron dos personas en Mont-roig cada día cruzan docenas de peatones. A un lado de la carretera está el principal supermercado de la zona -un destino turístico de los principales de la Costa Dorada-, y el semáforo más cercano está a más de 500 metros. "El problema de la N-340 es de infraestructura", señala Migó, y detalla que el año pasado la vía registró unos 1.000 accidentes en la demarcación de Tarragona. Al margen de los innumerables cruces, entradas y salidas de urbanizaciones o locales de ocio, la N-340 es especialmente peligrosa por la variedad del tráfico.

Muertos que claman al cielo

Si en una autopista como la AP-7, por ejemplo, se concentran únicamente conductores de largo recorrido, la N-340 reúne camiones de transporte internacional, turismos que desplazan a trabajadores cada día, a estudiantes con ciclomotores, a aficionados al ciclismo y también a viajeros que prefieren no pagar los 5,20 euros que cuesta el tramo de autopista entre L'Hospitalet de l'Infant y L'Aldea (unos 45 kilómetros).

"La cantidad de muertos clama al cielo", añade el alcalde de Mont-roig, Miquel Anguera (ERC). Y más si se tiene en cuenta que el Ministerio de Fomento aprobó en septiembre de 1999 el estudio informativo de una nueva autovía de cuatro carriles entre L'Hospitalet de l'Infant y Vila-seca, cuya misión es absorber el tráfico que ahora circula por la N-340. Hoy únicamente están adjudicadas las obras de uno de los tres subtramos en los que se dividió el proyecto. Los otros dos están en fase de adjudicación. Los alcaldes de la zona han reclamado en público en incontables ocasiones celeridad para estas obras.

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