Casa Asia exhibe los rostros impenetrables de Pierre Gonnord

El fotógrafo exhibe también su trabajo en otra exposición en el Instituto Francés

Nadie sonríe y todos esgrimen miradas que se clavan en el espectador, como si quisieran fulminarlo. Son los protagonistas de los retratos del fotógrafo francés Pierre Gonnord (Cholet, 1963), que se presentan en Barcelona en dos exposiciones: Retratos Asiáticos, en Casa Asia (Diagonal, 373), hasta el 16 de abril y Miradas, en el Instituto Francés (Moià, 8), hasta el 31 de marzo. "Todos ellos son seres de ficción que habitan en mi mente. Cada mañana salgo de casa y voy a ver lo que me encuentro", explica Gonnord.

En Casa Asia se exhiben 25 fotografías de la serie ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Nadie sonríe y todos esgrimen miradas que se clavan en el espectador, como si quisieran fulminarlo. Son los protagonistas de los retratos del fotógrafo francés Pierre Gonnord (Cholet, 1963), que se presentan en Barcelona en dos exposiciones: Retratos Asiáticos, en Casa Asia (Diagonal, 373), hasta el 16 de abril y Miradas, en el Instituto Francés (Moià, 8), hasta el 31 de marzo. "Todos ellos son seres de ficción que habitan en mi mente. Cada mañana salgo de casa y voy a ver lo que me encuentro", explica Gonnord.

En Casa Asia se exhiben 25 fotografías de la serie Asian Portraits (Retratos Asiáticos), en la gran mayoría captadas durante la larga estancia del fotógrafo en Japón, en 2003. Son rostros de mirada profunda y rasgos peculiares, que se apartan de los cánones dominantes, confiriéndoles una extraña e inquietante belleza. "Son personajes de destino singular, vida marcada y físico más intenso", afirma Gonnord, quien desde hace 18 años vive en Madrid, donde trabaja con la galerista Juana de Aizpuru. La primera sala acoge una serie de imágenes de gran formato, en las que los rostros emergen de un fondo negro, así como la vida surge de la total oscuridad de la nada. "Las fotografías de Gonnord son herederas de la tradición pictórica y la estética del retrato, desde el Renacimiento al siglo XX", señala Menene Gras, directora de exposiciones de Casa Asia.

No todas son caras, también hay medio bustos y cuerpos enteros, casi siempre desnudos, como las fotos de miembros de la yakuza, la mafia japonesa, con sus característicos tatuajes casi tribales o la poética estampa de un joven y un viejo, captados en toda la fragilidad de su desnudez en los baños colectivos. Son personajes imperturbables e impenetrables, que no trasparentan emociones ni cuentan historias; figuras intemporales y universales, formalmente perfectas, símbolo de un ideal de belleza, desvinculado de los dictámenes de las modas.

"No me interesa lo que hay alrededor, sino el personaje en sí. Nunca hago estilismo, ni añado nada, a lo sumo quito. Tampoco utilizo ningún recurso digital", señala Gonnord. que empezó a dedicarse a la fotografía a raíz de "un incidente personal", tras el cual abandonó su profesión de sociólogo y se encerró en casa durante un año, para finalmente volver a su pasión de juventud: la fotografía.

En el Instituto Francés se exponen 10 piezas pertenecientes a las series Regards (Miradas) y Utópicos, representadas en la colección del Museo Reina Sofía de Madrid, entre otras. Se trata de hombres y mujeres procedentes de entornos marginales, "anónimos homeless heroicos, Sénecas y Bakunins contemporáneos", según la definición del propio artista. El impacto de los juegos de luz y sombra, también deudores de la tradición pictórica, resulta amplificado por el tiraje en metacrilato que aumenta la brillantez y la luminosidad, integrando el reflejo del espectador en la pieza. De cada fotografía, Gonnord suele realizar tirada de tres o cinco ejemplares, según el formato.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En