"Vamos a por él. A saco"
La familia de Dolores Santiago lleva 29 años sufriendo un sobresalto cada vez que llegaba a sus oídos la aparición de un cadáver en Mallorca. "Siempre te quedaba la incertidumbre", cuenta desde Granada José Ríos, sobrino político de la víctima.
Él fue quien tiró de la cuerda tras el último susto. En noviembre se enteró de que habían encontrado restos óseos en el solar del hotel en el que trabajaba la tía de su mujer. Llamó al Grupo de Homicidios de Mallorca y entre la policía y la familia ataron cabos. Hace tres días les llamaron para confirmarles que las pruebas de ADN que le hicieron ...
La familia de Dolores Santiago lleva 29 años sufriendo un sobresalto cada vez que llegaba a sus oídos la aparición de un cadáver en Mallorca. "Siempre te quedaba la incertidumbre", cuenta desde Granada José Ríos, sobrino político de la víctima.
Él fue quien tiró de la cuerda tras el último susto. En noviembre se enteró de que habían encontrado restos óseos en el solar del hotel en el que trabajaba la tía de su mujer. Llamó al Grupo de Homicidios de Mallorca y entre la policía y la familia ataron cabos. Hace tres días les llamaron para confirmarles que las pruebas de ADN que le hicieron en diciembre a Ana Santiago, la única hermana viva de Dolores, habían disipado las dudas.
Dolores Jiménez, sobrina de la fallecida, dice que su tía nunca les contó que salía con un hombre. Aunque José Ríos asegura que muchos miembros de la familia estaban al tanto. "Se les vio juntos en Granada", cuenta.
Del presunto asesino conocen que le llamaban José El Albañil y que sigue en Mallorca con su hija y su primera mujer. Aunque el delito ha prescrito, Ríos está dispuesto a acudir a la vía civil: "Vamos a por él. A saco. Lo tengo claro". El procedimiento civil no puede llevar al asesino a la cárcel, pero sí reconocer su culpa y el derecho a una indemnización. "No queremos dinero, pero sí que no se salga con la suya", afirma. "Si estos 30 años ha pasado de la Justicia, al menos que ahora no esté tranquilo".