Crítica:ESTRENO | '¿Cuánto me amas?'

Mercancía

Un tipo al que le acaban de tocar cuatro millones de euros en la lotería entra en una casa de citas de lujo, tiene una charla con una bella prostituta y le propone que se vaya a vivir con él en pareja, a cambio de 100.000 euros al mes y hasta que la cuenta bancaria entre en números rojos. El original punto de partida de ¿Cuánto me amas?, nueva película de Bertrand Blier, podría haber dado pie a una comedia bufa, a un drama existencial e incluso a un melodrama de corte sentimental, pero el veterano director francés confecciona una extraña mezcla de todas las posibilidades con lo peor de ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Un tipo al que le acaban de tocar cuatro millones de euros en la lotería entra en una casa de citas de lujo, tiene una charla con una bella prostituta y le propone que se vaya a vivir con él en pareja, a cambio de 100.000 euros al mes y hasta que la cuenta bancaria entre en números rojos. El original punto de partida de ¿Cuánto me amas?, nueva película de Bertrand Blier, podría haber dado pie a una comedia bufa, a un drama existencial e incluso a un melodrama de corte sentimental, pero el veterano director francés confecciona una extraña mezcla de todas las posibilidades con lo peor de cada una: chistes zafios y sin gracia; sentimiento sin delicadeza y conflicto dramático sin reflexión.

¿CUÁNTO ME AMAS?

Dirección: Bertrand Blier. Intérpretes: Monica Bellucci, Bernard Campan, Gérard Depardieu, Jean-Pierre Darroussin. Género: comedia dramática. Francia, 2005. Duración: 95 minutos.

Más información

Blier, de 66 años, autor de películas centradas más o menos explícitamente en el sexo como Los rompepelotas (1974) o ¿Quiere ser el amante de mi mujer? (1977), ya venía demostrando desde el pasado año con la infame Les côtelettes que se ha convertido en una especie de misógino viejo verde que filma a sus protagonistas femeninas de forma tan sucia como poco artística.

En ¿Cuánto me amas?, su única obsesión parece ser el cuerpo de Monica Bellucci, lo que en principio no es ni bueno ni malo sino simplemente un hecho. Dependiendo de cómo y de qué forma sea mostrada en el folio del guión y en la pantalla dicha turbación, el asunto irá tomando más tarde un determinado cariz.

Y el director despliega su fascinación dejando siempre en la cuneta la necesaria consideración de la mente de su personaje protagonista, que nunca se sabe lo que piensa, ya sea en tono dramático o cómico.

De modo que, una vez más, Blier evidencia lo poco que le interesa el sexo femenino pese a su explícita perseverancia. Para él, al menos en sus películas, las mujeres sólo pueden ser dos cosas: floreros o ansiadas mercancías de lujo.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Sobre la firma

Archivado En