Análisis:BOLSAS

Recuperación parcial

Los movimientos bruscos continúan siendo el efecto más visible en unos mercados de valores excesivamente sensibles ante cualquier acontecimiento. La caída del 2,14% en la Bolsa de Tokio en esta primera sesión de la semana fue un motivo más que suficiente para que el conjunto de los mercados de valores europeos fuera víctima de los nervios, y de los descensos, a lo largo de toda la sesión.

El Ibex 35 abrió la jornada con una caída de más del 1% para ir remontando posiciones poco a poco hasta llegar al final del día con un descenso de sólo el 0,27%, gracias a la recuperación de los princi...

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Los movimientos bruscos continúan siendo el efecto más visible en unos mercados de valores excesivamente sensibles ante cualquier acontecimiento. La caída del 2,14% en la Bolsa de Tokio en esta primera sesión de la semana fue un motivo más que suficiente para que el conjunto de los mercados de valores europeos fuera víctima de los nervios, y de los descensos, a lo largo de toda la sesión.

El Ibex 35 abrió la jornada con una caída de más del 1% para ir remontando posiciones poco a poco hasta llegar al final del día con un descenso de sólo el 0,27%, gracias a la recuperación de los principales valores, lo que permitió a este índice cerrar en 10.712,20 puntos, más de 100 por encima del nivel alcanzado en la apertura, mientras que el Ibex Medium perdió el 0,34% y el Ibex Small Caps el 0,54%.

La causa principal de esta situación sigue siendo la evolución del precio del petróleo, ahora parado en torno a los 68 dólares el barril en Nueva York y cerca de los 66,50 dólares en Londres, unos niveles capaces de provocar tensiones inflacionistas e corto y medio plazo.

Uno de los pocos indicadores económicos disponible en esta sesión fue el índice de índices, o índice adelantado, de Estados Unidos para el mes de diciembre. Esta cesta de índices muestra una preocupante ralentización de la economía estadounidense, pues en diciembre creció sólo el 0,1%, tras avanzar el 0,9% en noviembre y el 1,0% en octubre.

Este descenso en las expectativas económicas apenas ejerció presión sobre los inversores, que optaron por asumir algunos riesgos ante la relativa estabilidad del precio del petróleo en los dos últimos días, lo que permitía a la Bolsa de Nueva York mantenerse con subidas discretas durante la mayor parte de la jornada.

La apertura al alza de aquel mercado tuvo efectos muy limitados sobre el decaído ánimo de los inversores europeos, muy atentos a cualquier presión inflacionista que pueda hacer subir los tipos de interés. De hecho, en el mercado de divisas se producía una fuerte revalorización del euro hasta cerca de 1,23 dólares, al considerar los analistas que las últimas declaraciones de los responsables del BCE apuntan a un encarecimiento del precio del dinero.

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