LA LUCHA CONTRA EL TERRORISMO

Dos históricos de los Grapo niegan ahora pertenecer a la banda armada

Dos históricos miembros de los GRAPO, Josefa Alarcón y Leoncio Calcerrada, negaron ayer pertenecer a la citada banda terrorista en el curso de la primera sesión del juicio que se celebra en la Audiencia Nacional contra ellos y otros 10 presuntos grapos detenidos en 2002.

El fiscal Jesús Alonso solicita para ellos penas que oscilan entre ocho y 14 años de prisión por integración en banda terrorista.

Tanto Alarcón como Calcerrada fueron condenados a finales de los años setenta y principios de los ochenta a penas de cárcel que superaban los 30 años por pertenecer a los GRAPO y otra...

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Dos históricos miembros de los GRAPO, Josefa Alarcón y Leoncio Calcerrada, negaron ayer pertenecer a la citada banda terrorista en el curso de la primera sesión del juicio que se celebra en la Audiencia Nacional contra ellos y otros 10 presuntos grapos detenidos en 2002.

El fiscal Jesús Alonso solicita para ellos penas que oscilan entre ocho y 14 años de prisión por integración en banda terrorista.

Tanto Alarcón como Calcerrada fueron condenados a finales de los años setenta y principios de los ochenta a penas de cárcel que superaban los 30 años por pertenecer a los GRAPO y otras actividades ilegales. Alarcón ha pasado 18 años en prisión y Calcerrada 17. Tras permanecer año y medio en libertad, ambos fueron detenidos de nuevo. Para ello fue decisiva la actuación de Fernando Pérez López, que se integró en la banda y ha actuado como agente encubierto.

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Alarcón está considerada responsable técnica de propaganda y se le acusa de realizar funciones de correo entre la dirección y los militantes no fichados por la policía. Calcerrada se encargaba presuntamente de poner en contacto a los nuevos miembros de la organización con los miembros liberados (a sueldo) de los GRAPO y de ayudar a estos últimos cuando se desconectaban de sus responsables en la clandestinidad.

Ayer, sin embargo, ambos negaron pertenecer a los GRAPO o a su organización política, el PCE (r). Calcerrada únicamente admitió ayudar a sus compañeros presos y pertenecer a la organización Socorro Rojo Internacional; Alarcón, ni eso.

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El juicio, que continuará en los próximos días, estuvo a punto de suspenderse, ya que varios letrados denunciaron coacciones, puesto que al menos dos de ellos figuraban en informes de la Guardia Civil como integrantes de los GRAPO. También alegaron vulneración del derecho de defensa, puesto que una pieza especial separada, que ha estado secreta durante varios años, ha sido desglosada y eliminada de la causa, sin que se conozca su contenido.

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