Asfalto que atrapa partículas y menos pintura en la calle

Madrid tiene 4.500 kilómetros de calles, lo que supone que la superficie asfaltada de la ciudad está cercana a las 30.000 hectáreas. La Concejalía de Medio Ambiente realiza cada año una campaña (Madrid pavimenta Madrid) destinada a la mejora del firme de las vías, en lo que ha gastado seis millones de euros en los dos últimos años.

En las últimas campañas se han intentado utilizar materiales más respetuosos con el medio ambiente, entre ellos un producto realizado con asfalto espumado y un eliminador de polvo. Se trata de una mezcla asfáltica cuyas ventajas son que requiere menos energía...

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Madrid tiene 4.500 kilómetros de calles, lo que supone que la superficie asfaltada de la ciudad está cercana a las 30.000 hectáreas. La Concejalía de Medio Ambiente realiza cada año una campaña (Madrid pavimenta Madrid) destinada a la mejora del firme de las vías, en lo que ha gastado seis millones de euros en los dos últimos años.

En las últimas campañas se han intentado utilizar materiales más respetuosos con el medio ambiente, entre ellos un producto realizado con asfalto espumado y un eliminador de polvo. Se trata de una mezcla asfáltica cuyas ventajas son que requiere menos energía para su calentamiento y que provoca menos emisiones de gases nocivos. Pero por encima de estos beneficios hay otro más interesante: es un material que atrapa electrostáticamente las partículas en suspensión. Una de las mayores fuentes de contaminación en la capital son las partículas en suspensión y, según los estudios realizados, este material conocido como betún espumoso actúa a modo de secante. "No significa que las elimine todas", señala Ángel Sánchez, director de Calidad Ambiental, de la Concejalía de Medio Ambiente, "pero sí parece que atrapa una gran cantidad de ellas".

La Estrategia Local de Calidad del Aire propone ir adaptando este sistema poco a poco en las calles de Madrid, pero tomando en consideración entre cosas: las características de las vías en que puede ser aplicado, la generación de ruido que puede provocar frente a los materiales convencionales, el desgaste que causa a los neumáticos y en definitiva su duración, resistencia y necesidades de mantenimiento.

El plan de mejoras medioambientales también pretende reducir las emisiones debidas a las pinturas que se usan en los viales -señales en las calzadas, pasos de peatones, delimitación de aparcamientos- proponiendo su sustitución por otros materiales menos contaminantes.

En la fabricación de estas pinturas, según el estudio realizado por el Ayuntamiento, se utilizan más de 100 materias primas, entre ellas, disolventes, resinas y aditivos. Muchas de ellas consideradas como cancerígenas. La mayor exposición a sustancias peligrosas se produce durante la aplicación de las pinturas pero según los técnicos algunos componentes como los compuestos orgánicos volátiles, la exposición puede seguir produciéndose durante meses e incluso años.

A través de la Estrategia Local de Calidad del Aire, el Ayuntamiento de Madrid intentará reducir las señales y suprimir las pinturas con alto contenido en disolventes, sustituyéndolas por otras cuya base sea el agua.

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