Certificados de calidad
La creciente complejidad de la oferta de productos bancarios dirigidos al cliente minorista ha venido generando preocupación en la CNMV, como órgano supervisor, por aspectos relativos a la calidad de la información transmitida por las entidades y la facilidad de comprensión por parte del inversor de las características de todos los productos y servicios ofrecidos, en especial por la rentabilidad esperada y los riesgos asumidos.
Se trata, en definitiva, de mejorar la protección del inversor minorista, para lo cual la CNMV comenzó en el verano de 2003 por recomendar a las entidades financ...
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La creciente complejidad de la oferta de productos bancarios dirigidos al cliente minorista ha venido generando preocupación en la CNMV, como órgano supervisor, por aspectos relativos a la calidad de la información transmitida por las entidades y la facilidad de comprensión por parte del inversor de las características de todos los productos y servicios ofrecidos, en especial por la rentabilidad esperada y los riesgos asumidos.
Se trata, en definitiva, de mejorar la protección del inversor minorista, para lo cual la CNMV comenzó en el verano de 2003 por recomendar a las entidades financieras la implantación de procedimientos internos que aseguraran la correcta transmisión de información a la clientela en la comercialización de productos de inversión.
La intención de la CNMV es comprobar si el perfil del inversor se ajusta a las características de los productos que tiene en cartera
Entre otros requisitos se incluyen la descripción de los circuitos informativos, su supervisión interna, la catalogación de productos y clientes a los que se destinan y la formación de las redes de venta basada en conocimientos básicos sobre los productos de ahorro-inversión, independientemente de que se estén o no comercializando en la actualidad por la entidad.
Hasta la fecha, alrededor de medio centenar de entidades ya han diseñado e implantado procedimientos que les permitan obtener el certificado de calidad, y muchas otras están elaborándolos. La intención de la CNMV es la de vigilar el cumplimiento de estos procedimientos internos comprobando, por un lado, si el perfil del inversor en términos de rentabilidad y riesgo asumidos se ajusta a las características de los productos que el cliente tiene en cartera y, por otro, si son razonables los precios y tarifas aplicados.
La implantación de procedimientos de este tipo deberían ser utilizados por las entidades bancarias como argumento comercial, explotando las ventajas de venta y de imagen sobre una demanda cada vez más sofisticada, en la que la presencia de productos de ahorro e inversión en cartera se ha duplicado en los últimos años.
Esteban Sánchez y Sergio Esteban son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas (Grupo Analistas).