Arte sacro

He leído, algo tarde, la contestación a mi carta que ha firmado Antonio Torres Belloso. En ella se empeña en justificar que un ayuntamiento gobernado por un equipo de IU, con aplastante mayoría absoluta, en lugar de hacer política de izquierda se dedique a financiar la coordinación de un prelado del Vaticano como mediador de la Bienal de Arte Sacro, argumentando que tal mediación sólo ha costado en el gasto del teléfono móvil asignado a este personaje 2.000 euros en lo que va de año. Y yo quiero preguntarle a este señor, que tan informado está sobre lo que hace el Ayuntamiento, si podría decir...

He leído, algo tarde, la contestación a mi carta que ha firmado Antonio Torres Belloso. En ella se empeña en justificar que un ayuntamiento gobernado por un equipo de IU, con aplastante mayoría absoluta, en lugar de hacer política de izquierda se dedique a financiar la coordinación de un prelado del Vaticano como mediador de la Bienal de Arte Sacro, argumentando que tal mediación sólo ha costado en el gasto del teléfono móvil asignado a este personaje 2.000 euros en lo que va de año. Y yo quiero preguntarle a este señor, que tan informado está sobre lo que hace el Ayuntamiento, si podría decirme a cuántas familias, cuyos progenitores están en una situación de paro continuado (y que por desgracia son muchísimas en Carmona), le da el consistorio esa cantidad no ya para que paguen el móvil sino para sobrevivir. Porque lo cierto es que Carmona no se caracteriza precisamente por las políticas sociales que emprende su Ayuntamiento. Además, creo que este señor pretende tomarnos el pelo haciéndonos creer que la coordinación de una exposición cuesta semejante suma de dinero sólo en llamadas por teléfono, por muy arte sacro que se trate. Como afiliada a IU sigo sintiendo vergüenza de lo que veo, de hacia dónde se dirigen las inversiones públicas (incluidas las culturales) y, sobre todo, de que en aquellas administraciones que, al menos nominalmente, están regidas por partidos que han alcanzado el poder bajo siglas de partidos progresistas, lo olviden y no desarrollen políticas acordes con esos principios. Lo contrario es defraudar a ese electorado. ¡Ah! Se me olvidaba decir que el compañero Antonio Torres trabaja en el Ayuntamiento de Carmona como personal de confianza de la alcaldía, ¿tendrá algo que ver esa circunstancia con su carta.