Un congreso de ingeniería naval estudiará la tecnología de los barcos que combatieron en Trafalgar

Los barcos que batallaron en Trafalgar hace 200 años eran de madera pero muy fuertes. Fueron prácticamente los últimos de una época antes de que entrara el acero y las máquinas en su construcción. Un congreso de ingeniería naval que se celebrará entre Madrid y Cádiz ahondará en la tecnología utilizada por aquellos navíos en la contienda que enfrentó el 21 de octubre de 1805 a las flotas franco-española e inglesa. "Será un homenaje a sus creadores", aseguró su coordinador, el catedrático Francisco Fernández.

La Diputación de Cádiz será el viernes la sede gaditana de este encuentro intern...

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Los barcos que batallaron en Trafalgar hace 200 años eran de madera pero muy fuertes. Fueron prácticamente los últimos de una época antes de que entrara el acero y las máquinas en su construcción. Un congreso de ingeniería naval que se celebrará entre Madrid y Cádiz ahondará en la tecnología utilizada por aquellos navíos en la contienda que enfrentó el 21 de octubre de 1805 a las flotas franco-española e inglesa. "Será un homenaje a sus creadores", aseguró su coordinador, el catedrático Francisco Fernández.

La Diputación de Cádiz será el viernes la sede gaditana de este encuentro internacional, que comenzará mañana en Madrid. Expertos de varios países ofrecerán conferencias sobre aspectos muy concretos como las formas de dibujar los diseños, el germen de la industria naval, el impulso de los astilleros, los secretos de la artillería utilizada o la arqueología subacuática como forma de redescubrir detalles de lo acontecido.

Según Fernández, los barcos españoles tenían una gran calidad, tanto que otros países intentaron hacerlos suyos y copiaron sus diseños. Destacó el Montañés, un buque que "estaba muy bien construido aunque murió muy joven porque no pudo superar los efectos de la batalla". Otro de los que nombró fue el Santísima Trinidad. Según dijo, fue "un barco muy malo para esa contienda porque no estaba preparado para ella". "Tenía defectos de nacimiento que no eran corregibles, como la falta de velocidad", dijo, aunque destacó su calidad para otros usos. "Fue el último hecho con la tradición española clásica de los siglos XVI y XVII", comentó.

Para la diputada provincial de Cultura, Irene García, este congreso supone la culminación de todos los actos preparados en Cádiz con motivo del bicentenario de la batalla de Trafalgar. "Es una forma de recordarla desde un punto de vista que, hasta ahora, no habíamos tocado. Los aspectos técnicos fueron clave en todo lo que ocurrió", señaló.

El congreso permitirá aportar teorías sobre las razones de la derrota franco-española. Para el profesor Fernández, "los barcos franceses eran muy buenos y los españoles también pero hubo dos grandes defectos: el mantenimiento, que fue muy escaso, y la tripulación, que no estaba formada para una batalla como ésa". El catedrático consideró "necesario" este encuentro para conocer cómo se construyeron los navíos. "Nacieron y fueron cuidados con la pericia de oficios aprendidos desde la niñez, de cara al mar y en fábricas alejadas", dijo.

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