Una relación de socios marcada por una mutua desconfianza

La Junta y el Ayuntamiento de Málaga son socios en el proyecto de las dos primeras líneas del metro, pero su relación en torno al proyecto ha estado marcada siempre por la desconfianza mutua. Al alcalde, Francisco de la Torre, ni siquiera le gusta el modelo en sí, y se queja de que Málaga es la ciudad española que más dinero va a aportar al metro, que en otras comunidades financian autonomía y Gobierno central.

Declarado de interés metropolitano, el proyecto del metro es competencia de la Junta, que inicialmente planteó un trazado en superficie. El Ayuntamiento lo quiso soterrado, y fin...

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La Junta y el Ayuntamiento de Málaga son socios en el proyecto de las dos primeras líneas del metro, pero su relación en torno al proyecto ha estado marcada siempre por la desconfianza mutua. Al alcalde, Francisco de la Torre, ni siquiera le gusta el modelo en sí, y se queja de que Málaga es la ciudad española que más dinero va a aportar al metro, que en otras comunidades financian autonomía y Gobierno central.

Declarado de interés metropolitano, el proyecto del metro es competencia de la Junta, que inicialmente planteó un trazado en superficie. El Ayuntamiento lo quiso soterrado, y finalmente lo será así en el 75% del trazado. Las desavenencias han sido constantes. La hubo a propósito de la redacción del convenio y de la parte den financiación que se pedía al Estado -entonces gobernaba el PP y el consistorio se negó a reivindicar un 33%-.

Una vez aprobado el proyecto informativo, el Ayuntamiento pidió modificaciones como el soterramiento en la zona de Teatinos, y después de adjudicado de construcción, propuso construir un intercambiador de modo bajo la Plaza de La Marina. Pese a la negativa de la Junta, que lo considera inviable y que entiende forma parte de un proyecto de ordenación del tráfico en la ciudad que compete al Ayuntamiento, el alcalde no da su brazo a torcer y ahora trata de buscar el respaldo del ministerio de Fomento.

También rechazó el Ayuntamiento que se adoptara como método constructivo para la línea 2 los muros pantalla y no las tuneladoras, alegando que las obras tendrían así menos afección al tráfico.

Soliva

Pero el metro no es el único punto de fricción entre ambas administraciones, aunque casi todos tienen como protagonista a la Consejería de Obras Públicas que dirige Concha Gutiérrez del Castillo, que tiene recurridos varios acuerdos urbanísticos del consistorio. Pero el asunto que más irrita al alcalde es la decisión de la Junta de reservar una parcela de 100 hectáreas en Soliva para la promoción de VPO, alegando que Málaga es la ciudad andaluza donde menos viviendas protegidas se hacen y la imposibilidad de alcanzar un acuerdo con el consistorio para la cesión de suelo.

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El pasado jueves, el pleno municipal aprobó hacer la misma reserva sobre la misma parcela, decisión que según el alcalde invalida la actuación de la Junta. "Lo que hemos hecho es un recordatorio de quien toma la iniciativa, una demostración de que en esta materia no necesitamos lecciones de nadie y estamos preocupados sobradamente, y una reafirmación de nuestra autonomía, es el Ayuntamiento el que marca el modelo de ciudad".

Con todo, el alcalde asegura que hay "muchísimos" ejemplos de buen entendimiento con la Junta, entre los que cita los consorcios de La Cónsula o la orquesta, "e incluso en materia de viviendas la rehabilitación de áreas concertadas".

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