"Corren tiempos pésimos para los rockeros en España"

Pop rock, swing y folclor pertenecen también al universo particular de un clásico del rock and roll en castellano como Ariel Rot (Buenos Aires, 1960). Lo evidencia Ahora piden tu cabeza (Dro Atlantic), séptimo álbum en solitario de un músico que, pese al éxito de Tequila y Los Rodríguez, donde compuso, cantó y tocó la guitarra, ha descartado volver a una banda.

Pregunta. ¿Cómo es hoy un concierto de Ariel Rot?

Respuesta. Son conciertos muy musicales, muy intensos, basados en mi carrera en solitario. Son conciertos invernales, donde la gente sabe...

Pop rock, swing y folclor pertenecen también al universo particular de un clásico del rock and roll en castellano como Ariel Rot (Buenos Aires, 1960). Lo evidencia Ahora piden tu cabeza (Dro Atlantic), séptimo álbum en solitario de un músico que, pese al éxito de Tequila y Los Rodríguez, donde compuso, cantó y tocó la guitarra, ha descartado volver a una banda.

Pregunta. ¿Cómo es hoy un concierto de Ariel Rot?

Respuesta. Son conciertos muy musicales, muy intensos, basados en mi carrera en solitario. Son conciertos invernales, donde la gente sabe lo que va a escuchar y conoce al artista y el repertorio.

P. ¿No pretende sorprender?

R. Trato de sorprender con la calidad, no de buscar la sorpresa por la sorpresa. Me tomo muy en serio lo que hago, pero no me dejo tentar por modas pasajeras, ni por esa sensación de tener que ser contemporáneo, moderno, vanguardista. Mi público no es snob, no necesita nada de eso. Como decían los Stones, "is the singer, not the song" ["es el cantante, no la canción"].

P. ¿Qué motiva un tema como Ahora piden tu cabeza?

R. La sensación de fragilidad permanente que existe en esto del rock and roll, de que cada vez es prácticamente empezar de nuevo, de estar como un polizón por la vida, de sentir que es un regalo que te han dado y te lo pueden quitar en cualquier momento.

P. ¿Corren malos tiempos para los rockeros en España?

R. Pésimos. Y para el público también. El rock está muy poco presente en la calle, en la televisión, en la cultura, en las escuelas, en los barrios. Nos están relegando a un lugar como de un género de culto, como pueden ser el jazz o el blues.