OPINIÓN DEL LECTOR

Obras

Los vecinos del paseo de la Florida y la calle de Mozart llevamos años padeciendo la fiebre de obras en el barrio. Primero, el centro comercial, a continuación la salida de coches de un aparcamiento privado, a las que se superponen las del intercambiador de la estación del Norte. Además, las aceras están permanentemente levantadas arreglando conducciones de suministros.

No sólo los residentes en este barrio, sino los miles de usuarios de la estación de Cercanías, nos encontramos en una ratonera, como peatones, como usuarios del transporte público, y no digamos si pretendemos desplazarno...

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Los vecinos del paseo de la Florida y la calle de Mozart llevamos años padeciendo la fiebre de obras en el barrio. Primero, el centro comercial, a continuación la salida de coches de un aparcamiento privado, a las que se superponen las del intercambiador de la estación del Norte. Además, las aceras están permanentemente levantadas arreglando conducciones de suministros.

No sólo los residentes en este barrio, sino los miles de usuarios de la estación de Cercanías, nos encontramos en una ratonera, como peatones, como usuarios del transporte público, y no digamos si pretendemos desplazarnos en nuestro propio coche. Pero no hemos tocado techo. Hoy nos han sorprendido con un desvío de la calzada en la que peatones y conductores sorteamos nuestros respectivos obstáculos por las bravas y como podemos. Por supuesto, ni idea de la duración de las obras. Y mejor que sea así, porque ya nos han engañado con las relativas a la salida del aparcamiento privado.

Resignada a todo y a la espera de elecciones municipales, sólo pido dos cosas a este Ayuntamiento: 1) abrir al tráfico el Parque del Oeste hasta que terminen las obras en el paseo de la Florida; y 2) no más fiestas ni eventos a celebrar que dificulten aún más la circulación de personas y vehículos por la zona.

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