Vizcaya admite sus fallos de previsión en los principales atascos del verano en la A-8
La Diputación aduce que las retenciones de tráfico suponen un problema generalizado
La Diputación vizcaína admitió ayer errores de previsión en los dos principales atascos registrados el pasado verano en la A-8 a su paso por el área metropolitana de Bilbao. Los problemas de retenciones se produjeron el 15 de julio y el 30 de agosto. "Hemos aprendido de estas decisiones incorrectas", dijo en las Juntas Generales el diputado de Obras Públicas y Transportes, Eusebio Melero. El PP criticó las explicaciones de Melero, a quien culpó de no tomar medidas preventivas. El último estudio oficial revela que la A-8 sufre una media de siete horas diarias de retenciones.
Los recurr...
La Diputación vizcaína admitió ayer errores de previsión en los dos principales atascos registrados el pasado verano en la A-8 a su paso por el área metropolitana de Bilbao. Los problemas de retenciones se produjeron el 15 de julio y el 30 de agosto. "Hemos aprendido de estas decisiones incorrectas", dijo en las Juntas Generales el diputado de Obras Públicas y Transportes, Eusebio Melero. El PP criticó las explicaciones de Melero, a quien culpó de no tomar medidas preventivas. El último estudio oficial revela que la A-8 sufre una media de siete horas diarias de retenciones.
Los recurrentes problemas en la A-8 en el entorno de Bilbao regresaron ayer a las Juntas Generales de Vizcaya. Este vial, con problemas de saturación desde hace más de diez años, supone una auténtica pesadilla para los conductores, puesto que el más mínimo accidente motiva grandes retenciones. La construcción de más carreteras por parte de la Diputación (tres nuevas variantes en los últimos seis años y el cierre del anillo de circunvalación a Bilbao a lo largo de 34 kilómetros, con una inversión global cifrada en 290 millones de euros) no ha logrado aliviar la circulación y, ante ello, se ha impulsado la construcción de otra autopista paralela a la A-8: la Supersur, presupuestada en casi 1.300 millones de euros, pero cuya primera fase no estará concluida antes del año 2010.
El primer gran atasco del verano se produjo el pasado 15 de julio, cuando a primeras horas de la madrugada se registró una demora en los trabajos de reasfaltado de la A-8, cerca del puente de Rontegi, lo que motivó cuatro horas de retenciones. El segundo ocurrió el 30 de agosto, también por obras de mantenimiento, esta vez a la altura de Muskiz. El atasco duró otras cuatro horas.
El diputado foral, el peneuvista Eusebio Melero, aseguró que el primer caso se produjo por adelantar los trabajos a la madrugada del viernes, en vez de realizarlos la del sábado, ya que en esa fecha se celebraba en Bilbao la prueba automovilística World Series. "Se demostró que fue una decisión incorrecta", asumió. Sobre el segundo atasco, explicó que las obras iban a realizarse la semana anterior, pero, debido a la lluvia, se aplazaron hasta el día 30, en pleno regreso de las vacaciones. "Pensábamos que la vuelta iba a ser más escalonada", adujo.
En el debate suscitado, tras las críticas del PP, el diputado replicó que las soluciones a los atascos en la A-8 resultan complicadas y que es un problema generalizado en España. "Todas las administraciones estamos en la misma circunstancia", dijo, citando una reflexión del Ministerio del Interior, antes de precisar que todas las instituciones trabajan "con el mismo enfoque" en este asunto.
El PP fue el único grupo que se mostró crítico con la actuación foral. "Usted reconoce las culpas, pero no se responsabiliza de nada. Le pido que aprenda de los errores, pero que sea más rápido", señaló el popular Jesús Isasi, quien citó los fallos en el sistema de mensajes a través del móvil, un servicio gratuito de la Diputación desde hace cinco años. "Esto no se está haciendo bien", aseguró.
El PSE y Ezker Batua, en un tono más comedido, instaron a que no se programen obras en las salidas o regresos vacacionales. Ander Urrutia, del PNV, defendió la labor del diputado. "Lo que cuenta es la buena intención y la capacidad de trabajo. Y al que anda, le pasa".