'Prevenir en Madrid' trata de reducir las drogas entre los jóvenes

El programa municipal, que comienza su segundo año, está dirigido a los adolescentes

El fracaso escolar en la adolescencia va de la mano de la drogodependencia. Ésta es la conclusión principal de un estudio encabezado por María José Díaz-Aguado, catedrática de Psicología de la Educación de la Universidad Complutense, que sirve de base para la segunda edición del programa municipal Prevenir en Madrid que ella dirige y cuyo fin es reducir el consumo de drogas entre los adolescentes.

Díaz-Aguado y un equipo de psicólogos de la Complutense elaboraron un informe centrado en 540 alumnos de escuela secundaria en Madrid.

La campaña, financiada por el Ayuntamiento ...

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El fracaso escolar en la adolescencia va de la mano de la drogodependencia. Ésta es la conclusión principal de un estudio encabezado por María José Díaz-Aguado, catedrática de Psicología de la Educación de la Universidad Complutense, que sirve de base para la segunda edición del programa municipal Prevenir en Madrid que ella dirige y cuyo fin es reducir el consumo de drogas entre los adolescentes.

Díaz-Aguado y un equipo de psicólogos de la Complutense elaboraron un informe centrado en 540 alumnos de escuela secundaria en Madrid.

La campaña, financiada por el Ayuntamiento de la capital, comenzó el año escolar anterior y arrancó de nuevo ayer. Las clases van dirigidas a alumnos de 13 a 16 años y el curso pasado alcanzó a 2.200 jóvenes. Este año, Díaz-Aguado asegura que serán más.

Durante septiembre, el equipo de psicólogos de la Complutense, en colaboración con el Instituto de Adicción del Ayuntamiento, impartieron una serie de clases lectivas a profesores de 30 institutos de la capital. A lo largo del año escolar, los profesores se reúnen una vez al mes para intercambiar sus experiencias. Durante el curso, los educadores ponen en práctica un mínimo de 12 actividades con los asuntos que los orientadores (psicólogos y profesores que hicieron el programa el año pasado) les mostraron en septiembre.

Díaz-Aguado

"El programa pretende dar las herramientas al profesorado para que los jóvenes se sientan involucrados en una discusión sobre las mitos y las realidades de las drogas", asegura la directora de Prevenir en Madrid. "Hay que fomentar el vínculo de los jóvenes con la escuela, para poder alejarles de las actividades de riesgo", añade. Muchos adolescentes, asegura, buscan en el alcohol y las drogas una vía para pasarse al mundo adulto y hay que hacerles sentir que su opinión cuenta. La clave, asegura Díaz-Aguado es "involucrarles en una discusión en que puedan expresarse" y "no abrumarles con datos". También ha sido eficaz para reducir el consumo de drogas romper el estereotipo que tienen la mayoría de los jóvenes de que su uso está muy extendido. "Las estadísticas indican que la mayoría de los chavales no las utilizan y ayudar a que comprendan esto, les aleja del mundo de las drogas".

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La directora también ha intentado romper con lo que considera estrategias pedagógicas anticuadas: "Los tiempos han cambiado y para conectarse con los adolescentes de hoy hace falta canalizar de manera eficaz la información, porque gracias a los avances tecnológicos los profesores ya no son las únicas fuentes de conocimiento, y la autoridad absoluta del profesor ya no existe". Además, asegura que la capacidad de los adolescentes para prestar atención es "cada vez menor" y por ello, hace falta una pedagogía que prime la inmediatez. Adaptar los métodos de enseñanza al mundo actual dentro del programa y del resto de las clases es un método para invertir la tendencia, cada vez mayor según Díaz-Aguado, de que los adolescentes se distancien de la escuela.

Roles realistas sobre situaciones de riesgo

Santiago Lores, de 44 años, es profesor del instituto de Santa Eugenia y asistió el año pasado al curso de formación impartido por María José Díaz-Aguado, catedrática de Psicología de la Educación de la Universidad Complutense, y su equipo de psicólogos para el programa Prevenir en Madrid. Este año ha colaborado en la formación de nuevos profesores de esta campaña municipal contra el consumo de drogas.

Relata que la mayoría de los 30 estudiantes con quien trabajó el año pasado rechazaron el curso inicialmente porque "ya habían escuchado muchas charlas sobre las drogas". Pero consiguió involucrarles en el programa a través de "un aprendizaje cooperativo" que consiste en discusiones y actividades en pequeños grupos. Lores explica que se trata de que desarrollen e interpreten roles realistas sobre situaciones de riesgo. "Es una estrategia eficaz para confrontarlas y crear estrategias para minimizar la presión que ejerce el grupo sobre ellos", relata Lores.

En cuanto a la eficacia del programa, la jefa de prevención del Instituto de Adicción del Ayuntamiento, Ana Ordóñez, admite que no hay datos que demuestren su éxito, pero considera que la metodología es la más adecuada. "Los datos que hay sobre drogodependencia muestran tendencias a largo plazo, y con un programa tan nuevo como es Prevenir en Madrid es difícil sacar conclusiones", apostilla. "Queremos que se reduzca el consumo de drogas [entre los jóvenes], está claro que erradicarlo por completo no es un planteamiento realista, pero sí el que los adolescentes identifiquen situaciones de riesgo y entiendan los peligros de estas sustancias".

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