Movimientos en torno a Can Ricart

La última palabra en el controvertido proyecto de transformación de la ex colonia textil de Can Ricart, en Poblenou, puede estar todavía por pronunciarse, y las antagónicas posturas del consistorio y la plataforna del Fórum de la Ribera podrían acercarse. Al menos, así lo apuntan varias fuentes consultadas y cabría deducirlo de la reunión mantenida ayer entre Xavier Casas, primer teniente de alcalde, y representantes del Fórum, quienes solicitaron el encuentro antes del verano. Fuentes conocedoras de la gestión del proyecto reconocieron que éste podría experimentar algún cambio en el sentido d...

La última palabra en el controvertido proyecto de transformación de la ex colonia textil de Can Ricart, en Poblenou, puede estar todavía por pronunciarse, y las antagónicas posturas del consistorio y la plataforna del Fórum de la Ribera podrían acercarse. Al menos, así lo apuntan varias fuentes consultadas y cabría deducirlo de la reunión mantenida ayer entre Xavier Casas, primer teniente de alcalde, y representantes del Fórum, quienes solicitaron el encuentro antes del verano. Fuentes conocedoras de la gestión del proyecto reconocieron que éste podría experimentar algún cambio en el sentido de proteger más el carácter de colonia textil del recinto, de finales del siglo XIX y de dos hectáreas de extensión. Con la propuesta actual, lo que se salva es la plaza de entrada, dos naves, una chimenea y la torre del reloj. El resto se derriba y se sustituye por nuevas edificaciones. La plataforma del Fórum plantea un escenario completamente diferente ya que parte de la conservación total de la trama de la colonia porque la considerar la última muestra de una forma de la industria barcelonesa, y como tal, un patrimonio que se debe preservar. Sin embargo, portavoces oficiales del consistorio afirman que no hay visos de modificaciones.

Esas dos posturas quedaron bien claras ayer durante un debate organizado por el Fomento de las Artes Decorativas a propósito del futuro de Can Ricart. Las voces del entorno universitario, como las de los geógrafos Joan Eugeni Sánchez y Joan Roca, se alinearon por la preservación total dando a las naves industriales usos actuales. La postura no fue tan conservadora por parte de los arquitectos Enric Serra y Oriol Bohigas, quienes plantearon sus reservas entre la confrontación del patrimonio industrial -Bohigas puso en duda que la colonia tenga tanto valor como el que le atribuye la plataforma opositora- frente a la evolución de la ciudad. Las voces de los técnicos municipales Oriol Clos y Juan Carlos Montiel sostuvieron que el proyecto ya supone un importante grado de protección de una parte de la colonia.