LA REFORMA DEL ESTATUTO CATALÁN

CiU renunció en el último momento a su concierto económico bilateral

Los nacionalistas pretendían que Cataluña fijara los tipos impositivos

El modelo de financiación del nuevo Estatuto de Cataluña no recoge la mayor parte de los rasgos definitorios del "concierto económico solidario" que Convergència i Unió defendió hasta el último minuto de la negociación. Los nacionalistas hicieron concesiones como la de acceder a revisar el carácter casi exclusivamente bilateral que querían dar a las relaciones financieras entre el Estado y la Generalitat y aceptaron nuevos mecanismos de multilateralidad, según se desprende de la última oferta que los nacionalistas presentaron al tripartito.

CiU sigue sosteniendo a día de hoy que el mode...

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El modelo de financiación del nuevo Estatuto de Cataluña no recoge la mayor parte de los rasgos definitorios del "concierto económico solidario" que Convergència i Unió defendió hasta el último minuto de la negociación. Los nacionalistas hicieron concesiones como la de acceder a revisar el carácter casi exclusivamente bilateral que querían dar a las relaciones financieras entre el Estado y la Generalitat y aceptaron nuevos mecanismos de multilateralidad, según se desprende de la última oferta que los nacionalistas presentaron al tripartito.

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CiU sigue sosteniendo a día de hoy que el modelo de financiación que propone el nuevo Estatuto recoge "la mayor parte" de sus aspiraciones iniciales. La federación nacionalista, sin embargo, nunca ha querido hacer pública la propuesta de última hora que envió a los grupos del tripartito horas antes del pacto que propició el acuerdo sobre el nuevo Estatuto la semana pasada. Esta propuesta, a la que ha tenido acceso EL PAÍS, contenía numerosos aspectos que sufrieron serias modificaciones en la recta final de la negociación.

Los nacionalistas defendieron sobre el papel y hasta el último momento aspectos propios del sistema de concierto económico, que el Consejo Consultivo de la Generalitat había rechazado por inconstitucional. Pese a los intentos de CiU estas propuestas no llegaron a incluirse en el redactado que finalmente recibió el apoyo de 120 de los 135 diputados del Parlamento catalán.

Otra de sus propuestas desestimadas era incluir en una cuota única la aportación a la solidaridad y el pago de los servicios que el Estado presta en Cataluña. La última propuesta de CiU incluía fórmulas de cálculo diferenciadas para cada uno de estos conceptos, agrupadas de tal forma que el tripartito rechazó.

Pero lo que realmente se acabó puliendo en las últimas reuniones entre el tripartito y CiU fue el principio de "bilateralidad" casi total con el que los nacionalistas pretendían regir el conjunto del sistema de financiación de Cataluña. El texto final aprobado por el Parlamento catalán recoge que "el desarrollo del modelo financiero corresponde a la Comisión Mixta de Asuntos Económicos y Fiscales de acuerdo con el principio de bilateralidad". Sin embargo, se acabó dejando claro, según consta en el artículo 214.1, que esta comisión "ejerce sus funciones sin perjuicio de los acuerdos suscritos por el Gobierno catalán en instituciones y organismos de carácter multilateral" como el Consejo de Política Fiscal y Financiera.

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CiU también cedió en su voluntad de que la Generalitat tuviera capacidad normativa en la fijación del tipo impositivo de los tributos estatales en Cataluña. En el texto final, se reconoce que el papel de la Generalitat se limita a "participar en la fijación" de estos tipos.

Según se desprende de la comparación entre el último documento que los nacionalistas presentaron al tripartito y el resultante del acuerdo final, la federación presidida por Artur Mas también acabó por ceder en su empeño de definir la financiación de los municipios como un ámbito de "competencia exclusiva" de la Generalitat.

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