OPINIÓN DEL LECTOR

'Arboricidio' en ciernes

Aplaudo la reconfortadora sensatez que Mercedes Cantero expone en la carta que se publica en la edición de hoy para dar la voz de alarma ante el nuevo arboricidio que se anuncia en el paseo del Prado. Suscribo de la fecha a la cruz sus reflexiones como ciudadano de a pie que cada día recorre esa joya urbana que es la gloria de Madrid.

Pero mucho me temo que los sufridos vecinos de esta ciudad vamos a ser nuevamente víctimas de la megalomanía de una clase política que actúa desde hace demasiado tiempo con los tics típicos de los cargos oficiales que, una vez que se suben al coche ...

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Aplaudo la reconfortadora sensatez que Mercedes Cantero expone en la carta que se publica en la edición de hoy para dar la voz de alarma ante el nuevo arboricidio que se anuncia en el paseo del Prado. Suscribo de la fecha a la cruz sus reflexiones como ciudadano de a pie que cada día recorre esa joya urbana que es la gloria de Madrid.

Pero mucho me temo que los sufridos vecinos de esta ciudad vamos a ser nuevamente víctimas de la megalomanía de una clase política que actúa desde hace demasiado tiempo con los tics típicos de los cargos oficiales que, una vez que se suben al coche oficial, sufren una alteración radical de su punto de vista, en el sentido literal del término.

Al dejar de pasear a pie por las ciudades que dicen gobernar, pierden sin remedio las perspectivas urbanas del ciudadano de a pie, nuestras necesidades, nuestra relación diaria a golpe de zapato con la ciudad... y comienzan a construir proyectos desquiciados donde, precisamente quienes les votamos, pasamos a ocupar el último lugar de la lista de prioridades.

¿Se imaginan algo igual con los árboles de los Campos Elíseos de París, de las riberas del Támesis o de Washington Square de Nueva York?

Desgraciadamente, no hay muchas opciones para la esperanza: la plaza del Ángel, a dos pasos de mi domicilio, perdió a comienzos del verano, vencidos por el filo atroz de las motosierras, los árboles más antiguos de la exigua docena de plátanos que daban sombra a este encantador rincón de Madrid. En lo que tal vez no repara Ruiz-Gallardón es que, con su decisión de tumbar esos seis hermosos árboles, también se ha llevado por delante mi voto. Nunca más.

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