IU denuncia la construcción de cinco chalés ilegales en plena sierra de Guadarrama

Las casas se levantan en un área protegida del municipio de El Boalo

Desde la primavera de 2005 se han edificado, al menos, cinco chalés ilegales en la localidad de Mataelpino (El Boalo) en el Parque Regional del Manzanares, según alertaron IU y la organización ecologista Salma (Salvemos Mataelpino). Aunque los vecinos han denunciado en varias ocasiones esta situación, la construcción de los edificios no se ha paralizado. Según el concejal de Urbanismo, las denuncias han sido tramitadas y esperan la resolución judicial.

"Con la llegada de la primavera proliferó una nueva especie en el municipio de Mataelpino: las construcciones ilegales dentro del Parque...

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Desde la primavera de 2005 se han edificado, al menos, cinco chalés ilegales en la localidad de Mataelpino (El Boalo) en el Parque Regional del Manzanares, según alertaron IU y la organización ecologista Salma (Salvemos Mataelpino). Aunque los vecinos han denunciado en varias ocasiones esta situación, la construcción de los edificios no se ha paralizado. Según el concejal de Urbanismo, las denuncias han sido tramitadas y esperan la resolución judicial.

"Con la llegada de la primavera proliferó una nueva especie en el municipio de Mataelpino: las construcciones ilegales dentro del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares". Así comienza la denuncia que la asociación Salma ha colgado en su página de Internet. Cinco nuevos chalets han sido construidos desde entonces en pleno Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares. Según un portavoz municipal, "tres de ellos no tienen ningún tipo de licencia y otros dos tienen licencia de explotación ganadera".

"Hemos denunciado la ilegalidad de estas construcciones, tanto en el Ayuntamiento como en la consejería. Nos han reconocido que carecen de licencia, que ya se lo han advertido, pero que les da igual. No paran las obras", explica Carmen Bello, presidenta de Salma.

El portavoz de IU de Medio Ambiente en la Asamblea, Eduardo Cuenca, solicitó esta semana la comparecencia del consejero de Medio Ambiente, Mariano Zabía, para que explique estas construcciones ilegales.

En manos de los jueces

Desde Medio Ambiente confirman que hay varias denuncias y que algunas están en manos de los jueces. "La justicia debe seguir sus trámites y eso va más allá de nuestras competencias". Cuatro de las construcciones denunciadas son chalés aislados, construidos en el camino de Mataelpino hacia El Boalo. "Dos de ellos tienen licencia de explotación ganadera, así que hasta que no estén terminados y se pueda demostrar que vive gente en ellos, no podemos tomar ninguna medida. Respecto a los otros dos, efectivamente, no tienen licencia de ningún tipo y los trámites legales ya se han puesto en marcha. En menos de un mes habrá respuesta", aseguró Raúl Antequera, concejal de Urbanismo de El Boalo, que agrupa Mataelpino, Cerceda y El Boalo.

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Según explicó Salma, uno de los que tienen licencia la consiguió argumentando que iba a construir una granja de grillos y con ese pretexto han construido un chalé. "No creo que los grillos necesiten un palacio, ni una buhardilla tan estupenda como ésa", dice Bello.

La quinta construcción es una casa ya popular entre los vecinos de la zona. Ubicada en la falda del monte de los Porrones, en una finca llamada El Colmenar. Según aseguran los vecinos, empezó a construirse al menos hace 25 años. Entonces se paralizaron las obras y sólo quedó un esqueleto de hormigón. Por eso se conoce entre los lugareños como El esqueleto. El año pasado se reiniciaron las obras.

Salma presentó varias denuncias y los propietarios solicitaron permisos -con la obra ya iniciada- para cerrar la estructura y "evitar que se metieran personas ajenas al edificio" en su interior. Los permisos se concedieron y aprovecharon para terminar la casa que ya tiene incluso el tejado y las puertas puestas. Los propietarios también pidieron permiso para "adecentar" el camino. "Lo emplearon para crear una carretera de acceso a la casa de cinco metros de ancho. Han destrozado la cubierta vegetal de la zona y llenaron de escombros las praderas", explica Bello.

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