Tribuna:DESDE MI SILLÍN | VUELTA 2005

Cobayas

Ya dije ayer que lo mejor del día era que esto ya terminaba, y no me retracto (pues efectivamente, esto ya se ha terminado), pero lo que he oído hoy en boca de Laiseka no le va mucho a la zaga. Resulta que mientras íbamos tranquilamente charlando en la cola del grupo se nos ha acercado una moto con un fotógrafo. Él les ha saludado a ambos, pero ha reconocido al fotógrafo y no al conductor. Vaya, te han cambiado al motorista, ¿no?, ¿dónde se ha metido el otro?, le ha preguntado. Se ha marchado ayer para casa, le ha contestado. Ya, ha dicho Laiseka, lo de siempre, las ratas son las primeras en s...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Ya dije ayer que lo mejor del día era que esto ya terminaba, y no me retracto (pues efectivamente, esto ya se ha terminado), pero lo que he oído hoy en boca de Laiseka no le va mucho a la zaga. Resulta que mientras íbamos tranquilamente charlando en la cola del grupo se nos ha acercado una moto con un fotógrafo. Él les ha saludado a ambos, pero ha reconocido al fotógrafo y no al conductor. Vaya, te han cambiado al motorista, ¿no?, ¿dónde se ha metido el otro?, le ha preguntado. Se ha marchado ayer para casa, le ha contestado. Ya, ha dicho Laiseka, lo de siempre, las ratas son las primeras en saltar cuando el barco se hunde.

Muy bueno, sólo que el barco no se hunde; digamos que ha llegado a puerto. Un poco mermado de tripulación, eso sí, pero por fin ha llegado. Y no todas las ratas han saltado, algunas han esperado hasta el final, hemos, mejor dicho, pero más que ratas hemos sido cobayas.

Más información

Lo que tradicionalmente es una fiesta para los corredores, un paseo triunfal en el que nos dedicamos básicamente a contarnos la vida, fue ayer además esta vez un ensayo general para los Campeonatos del Mundo que se celebrarán esta semana en Madrid. Hemos sido unas buenos y cumplidores cobayas, lo cual dicho sea de paso, no me parece para nada mal, porque no tiene nada que ver el hacer el circuito un día cualquiera con tu bicicleta en pleno tráfico madrileño a hacerlo en competición con todo el nervio a flor de piel, como ayer.

Y como buenas cobayas, nos retiramos de la escena una vez cumplida nuestra misión. De nada. No ha hecho falta ni siquiera sacrificarnos porque bastante muertos estábamos, debíamos ir dando ya un poco pena. Pero tranquilos, que nosotros siempre revivimos, es nuestra especialidad. Algunos estarán ya recuperados la próxima semana. Otros volveremos el año que viene. Y no quiero que suene a amenaza, aunque lo parezca, pero yo también volveré.

Pedro Horrilo es corredor del equipo Rabobank.

Archivado En