El FMI destaca que la baja tasa de inversión lastra la recuperación

El informe de otoño promueve más ahorro y menos consumo

El informe de otoño del Fondo Monetario Internacional (FMI), parcialmente hecho público ayer, advierte de que, a pesar del "fuerte crecimiento de los beneficios de las empresas, la inversión se ha mantenido generalmente débil", creciendo a "tasas inusualmente bajas". No es el exceso de ahorro lo que explica los bajos tipos de interés reales a largo plazo actuales, sino la falta de inversiones.

A pocos días del comienzo de la asamblea anual del Fondo Monetario Internacional, la semana próxima en Washington, Raguram Rajan, director del Departamento de Investigación del Fondo Monetario Int...

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El informe de otoño del Fondo Monetario Internacional (FMI), parcialmente hecho público ayer, advierte de que, a pesar del "fuerte crecimiento de los beneficios de las empresas, la inversión se ha mantenido generalmente débil", creciendo a "tasas inusualmente bajas". No es el exceso de ahorro lo que explica los bajos tipos de interés reales a largo plazo actuales, sino la falta de inversiones.

A pocos días del comienzo de la asamblea anual del Fondo Monetario Internacional, la semana próxima en Washington, Raguram Rajan, director del Departamento de Investigación del Fondo Monetario Internacional (FMI), presentó ayer las conclusiones de un trabajo sobre "desequilibrios globales" desde la perspectiva del ahorro y la inversión. La próxima semana, el FMI dará a conocer la marcha de las previsiones económicas para 2005.

El estudio sobre desequilibrios cubre 46 países: 21 industriales y 25 países emergentes, de los cuales 5 producen petróleo. Esto es: 90% del producto bruto mundial.

"El ahorro global y la inversión se acercan a bajas históricas, habiendo caído marcadamente desde finales de los años noventa... Contrariamente a la situación de mediados de los ochenta, cuando los desequilibrios se concentraban en un grupo relativamente pequeño de países, la situación actual incluye a un grupo mucho más amplio", señala.

El FMI sostiene ahora que, por ejemplo, los tipos de interés a largo plazo, que se mantienen inusualmente bajos, están reflejando esa débil tasa de la inversión.

"Inusualmente bajas tasas de inversión para esta fase del ciclo económico han dado lugar a un exceso de oferta de ahorro que puede estar contribuyendo a mantener los bajos niveles de los tipos reales de interés a largo plazo".

Según el trabajo, "a pesar del fuerte crecimiento de los beneficios empresariales, la inversión se ha comportado generalmente débil". Su vaticinio: "La evolución de la inversión será probablemente un factor crítico determinante para los tipos de interés de largo plazo. El retorno de la inversión a una relación cíclica más normal con el crecimiento ejerce una presión alcista sobre los tipos de interés".

Rajan señala: "Una mejor descripción de lo que pasa en el mundo no es que haya exceso de ahorro, sino una restricción de la inversión". ¿Qué puede importar este matiz ? "Si lo llamas exceso de ahorro, entonces los países con altas tasas de ahorro tendrían que reducir los incentivos para ahorrar. Pero sería una receta equivocada si estamos ante una restricción de inversiones, ya que cuando éstas cobren impulso habrá un ahorro escaso, lo cual, a su vez, empujaría los tipos de interés a niveles más altos de los razonables".

Rajan afirma, pues, algo que ya es una evidencia: el motor del crecimiento es el consumo... y el endeudamiento. "Hasta ahora, el crecimiento mundial se ha sostenido en el crecimiento del consumo, pero es tiempo de cambiar del crecimiento basado en el consumo al crecimiento basado en la inversión".

Las empresas invierten poco. En cambio, ahorran. Dedican sus beneficios y liquidez, por ejemplo, a fortalecer sus balances mediante la cancelación de sus deudas.

Lo que el FMI propone no es, según Rajan, "inversión gubernamental o especulación a través de inversiones financieras... Ya hemos sufrido sus consecuencias". Para despertar la inversión, machaca: "Reformas estructurales en los mercados de productos, laborales y financieros. Un aumento del ahorro, una reducción del consumo".

Países como Japón y Alemania, tras años de reformas, levantan cabeza. Junichiro Koizumi acaba de capitalizarlo en Japón, pero ¿lo conseguirá Gerhard Schröder en Alemania?

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