OPINIÓN DEL LECTOR

La calle, un vertedero

Vivo desde hace un año en la calle del Divino Vallés, de Madrid (cerca de Delicias), y he comprobado con indignación cómo una parte de los vecinos del barrio utiliza la calle como vertedero de forma totalmente indiscriminada: para determinadas personas, los alcorques de los árboles de la calle son el lugar idóneo en el que depositar todo tipo de restos y basuras a cualquier hora del día y la noche.

Hay días en que el panorama es desolador, y la calle se convierte en un auténtico vertedero. Algún vecino bienintencionado ha puesto papeles en los portales recordando cuáles son las normativ...

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Vivo desde hace un año en la calle del Divino Vallés, de Madrid (cerca de Delicias), y he comprobado con indignación cómo una parte de los vecinos del barrio utiliza la calle como vertedero de forma totalmente indiscriminada: para determinadas personas, los alcorques de los árboles de la calle son el lugar idóneo en el que depositar todo tipo de restos y basuras a cualquier hora del día y la noche.

Hay días en que el panorama es desolador, y la calle se convierte en un auténtico vertedero. Algún vecino bienintencionado ha puesto papeles en los portales recordando cuáles son las normativas municipales sobre basura, pero parece que este recordatorio no es suficiente, y se siguen echando inmundicias a la vía pública sin ningún escrúpulo. Resulta triste comprobar cómo una vez la mayoría de los españoles habíamos conseguido -no sin esfuerzos- respetar ciertas normas de urbanidad, algunos recién llegados, de una cultura próxima a la nuestra, mantienen esa costumbre, en otros momentos tan ibérica, de utilizar la calle pública, de todos, como vertedero. Espero que el Ayuntamiento tome cartas en el asunto antes de que la suciedad acumulada sea insufrible.

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