El Parlamento de Irak aplaza por tercera vez el voto de la Constitución

La policía encuentra al sur del país los cadáveres de 36 hombres con un tiro en la cabeza

La Asamblea Nacional iraquí aplazó ayer indefinidamente la sesión en la que estaba previsto aprobar, después de dos aplazamientos consecutivos, el borrador de la nueva Constitución. La votación estaba convocada para el pasado lunes, después de haberse ampliado una semana el límite legal del 15 de agosto. El presidente de la Cámara, Hayim al Hassani, confiaba anoche en que chiíes y kurdos pudieran llegar en las próximas 24 horas a un acuerdo con la comunidad suní sobre el modelo federal del país. "Las negociaciones siguen en marcha. Es una buena señal", aseguró.

Los líderes iraquíes chií...

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La Asamblea Nacional iraquí aplazó ayer indefinidamente la sesión en la que estaba previsto aprobar, después de dos aplazamientos consecutivos, el borrador de la nueva Constitución. La votación estaba convocada para el pasado lunes, después de haberse ampliado una semana el límite legal del 15 de agosto. El presidente de la Cámara, Hayim al Hassani, confiaba anoche en que chiíes y kurdos pudieran llegar en las próximas 24 horas a un acuerdo con la comunidad suní sobre el modelo federal del país. "Las negociaciones siguen en marcha. Es una buena señal", aseguró.

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Los líderes iraquíes chiíes y kurdos, que controlan el Parlamento y el Gobierno tras las elecciones del pasado enero, y los representantes estadounidenses que les asesoran se enfrentan al dilema de integrar a los políticos suníes en la nueva Constitución o aprobarla sin contar con ellos. Kurdos y chiíes ya han alcanzado un acuerdo sobre el modelo federal iraquí para atribuir más competencias a las regiones en detrimento del poder central. Los suníes, que controlaron bajo el régimen de Sadam el poder en Bagdad y los yacimientos petrolíferos localizados del norte kurdo y el sur chií, se oponen a la descentralización.

Pero la marginación de los suníes del proceso constitucional puede acarrear también una explosión de la violencia y desatar nuevas oleadas de ataques de la insurgencia, cuyas filas se nutren fundamentalmente de esa comunidad. Por esta razón, los actuales gobernantes iraquíes parecen decididos a darse más tiempo para poder llegar a un punto de encuentro con los representantes de la comunidad suní.

El presidente iraquí, el líder kurdo Yalal Talabani, fue de los primeros en lanzar un mensaje optimista tras el anuncio del aplazamiento de la votación parlamentaria. "Los trabajos para poder alcanzar un consenso van a continuar durante las próximas horas", al tiempo que exhortaba a los suníes a contar con un papel protagonista en la redacción de la nueva Constitución.

Otras fuentes, como el portavoz del Gobierno, Laith Kubba, aseguraban anoche que los líderes políticos habían llegado a un entendimiento sobre tres artículos en disputa y que confiaban en completar el acuerdo sobre la totalidad del texto legal en las próximas horas.

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Corren los plazos legales

Los plazos legales, sin embargo, corren en contra del actual Gobierno. La Ley Administrativa Transitoria (LAT), la Constitución legada por Estados Unidos antes de ceder formalmente el poder a los partidos iraquíes en 2004, estableció que el borrador del texto Constitucional debía estar aprobado el 15 de agosto de 2005. Ese mismo día, el Parlamento iraquí decidió votar en el último momento una enmienda de la LAT para ampliar el plazo de aprobación una semana. El lunes venció el nuevo plazo. Un pacto entre chiíes y kurdos garantizó a los primeros la primacía de la ley islámica a cambio de un Estado federal a la medida de los nacionalistas kurdos. Los tres días de plazo de gracia concedidos para cerrar un acuerdo con los suníes se cumplieron anoche. La amenaza de la disolución del Parlamento y el adelanto electoral pesa ahora sobre los líderes políticos iraquíes.

En Irak la violencia no cesa. La policía localizó ayer los cadáveres de 36 hombres, con un tiro de bala en la cabeza, en el arcén de una carretera situada al sur de Bagdad, según informaron fuentes policiales iraquíes citadas por la agencia Efe. Los cuerpos, que tenían las manos atadas a la espalda, fueron hallados en la localidad de Warida, cercana a la ciudad de Kut, a unos 100 kilómetros al sur de la capital, y cuya población es en su mayoría chií.

La policía cree que estas personas fueron asesinadas hace tres o cuatro días, pero no ha conseguido identificar a ninguna de ellas, según añadieron las fuentes oficiales. Warida está ubicada en la misma carretera de Al Madayen donde se registraron en el pasado acciones de violencia y enfrentamientos entre suníes y chiíes. Los líderes chiíes responsabilizaron en el pasado a "terroristas" suníes del asesinato de decenas de miembros de su comunidad, incluidos varios clérigos. Varios dirigentes suníes han acusado a miembros de las antiguas milicias chiíes de asesinar a miembros de la comunidad suní.

Por otro lado, dos guardaespaldas del presidente iraquí murieron en un ataque perpetrado por insurgentes contra un convoy de vehículos en un área situada en el norte de Bagdad. Según fuentes policiales, Talabani no viajaba en el convoy atacado, ya que se encuentra en la capital de Irak para negociar con los líderes de las diferentes comunidades iraquíes un acuerdo sobre el borrador de la nueva Constitución del país.

El ataque, en el que otros dos guardaespaldas resultaron heridos, se produjo en una carretera cercana a Tuoz, a unos 90 kilómetros al este de Tikrit y a unos 120 kilómetros al noreste de Bagdad, cuando una bomba explotó al paso del convoy. Un grupo de hombres armados atacó después con fusiles de asalto los vehículos que integraban el convoy, lo que causó la muerte de los dos guardaespaldas.

Seguidores de Múqtada al Sáder se manifiestan con retratos del líder radical chií en Bagdad.ASSOCIATED PRESS

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