No es California
Leída la entrevista publicada con el alcalde de Torremolinos, señor Fernández Montes, el pasado 6 de agosto, y por tocar un tema que está en el debate social de toda Andalucía, como es el urbanismo y la destrucción de nuestro territorio, me veo impulsado a manifestar mi tristeza y malestar después de décadas de crecimiento desmedido y caos urbanístico en la Costa del Sol. Es triste que los responsables municipales como usted sigan incidiendo ciegamente en los mismos errores, crecer, crecer y crecer urbanísticamente. Ahora ya sin terreno se pretende crecer hacia arriba, con una mala verborrea q...
Leída la entrevista publicada con el alcalde de Torremolinos, señor Fernández Montes, el pasado 6 de agosto, y por tocar un tema que está en el debate social de toda Andalucía, como es el urbanismo y la destrucción de nuestro territorio, me veo impulsado a manifestar mi tristeza y malestar después de décadas de crecimiento desmedido y caos urbanístico en la Costa del Sol. Es triste que los responsables municipales como usted sigan incidiendo ciegamente en los mismos errores, crecer, crecer y crecer urbanísticamente. Ahora ya sin terreno se pretende crecer hacia arriba, con una mala verborrea que trata de engañarse a sí mismo y a algún ciudadano incauto.
Nos cuenta que podemos ser la California de Europa, ¿de que California nos habla? ¿La conoce usted? California es casi dos veces la península Ibérica, cómo se atreve a comparar la estrecha franja del litoral malagueño con California. Lo evidente es que no hay espacio para más urbanizaciones y que lo construido sólo responde a la lógica de hacer dinero rápido y después Dios dirá, todo está saturado, careciéndose incluso de corredores para nuevas comunicaciones.
Por ello, señor alcalde, hablar de turismo de calidad, de perfil alto, de hoteles de cinco estrellas, de crecer hacia arriba, no es hablar de calidad ni de realidad, sino, en el mejor de los casos, del modelo Benidorm. ¿Conoce usted el perfil medio del turista de Benidorm? Ése es su futuro, acéptelo, han tocado ustedes fondo y techo. Y sin replantearse el modelo, sin hacer una crítica a lo realizado, sin tener propósito de enmienda y un acto de contrición, no se puede andar nuevos caminos. Con discursos como el que mantiene sólo le queda un destino marginal y profundizar en esa aura de decadencia que se percibe.