Protestas

Una de las diferencias entre EE UU y España es la protesta o, mejor dicho, la forma en que se utiliza. En España, la gente no duda en salir a la calle con pancartas y consignas para expresar su descontento hacia el Gobierno. En EE UU son pocas las protestas y es irónico que el país que más alardea de su democracia sea el que menos la ejerce. Desde la semana pasada lleva Cindy Sheehan, madre de un soldado muerto en Irak, acampada fuera del rancho del presidente Bush. Entre el calor sofocante y las tormentas estivales de Tejas, la señora Sheehan promete no abandonar su protesta hasta que el pres...

Una de las diferencias entre EE UU y España es la protesta o, mejor dicho, la forma en que se utiliza. En España, la gente no duda en salir a la calle con pancartas y consignas para expresar su descontento hacia el Gobierno. En EE UU son pocas las protestas y es irónico que el país que más alardea de su democracia sea el que menos la ejerce. Desde la semana pasada lleva Cindy Sheehan, madre de un soldado muerto en Irak, acampada fuera del rancho del presidente Bush. Entre el calor sofocante y las tormentas estivales de Tejas, la señora Sheehan promete no abandonar su protesta hasta que el presidente le explique por qué tuvo que morir su hijo. Lo que comenzó como una vigilia personal se ha convertido en una protesta a la que ha acudido gente de todo el país, no sólo en apoyo de esta madre, sino también en contra de la insostenible política belicosa de nuestro presidente.