La fiscalía recurre el auto de Roquetas y pide prisión para el teniente y un agente

Dos resquicios legales permiten rescatar sendas denuncias archivadas contra Rivas

El ministerio fiscal interpuso ayer un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial contra el auto de la juez Estefanía López, que decretó libertad para los nueve guardias civiles imputados por la muerte de Juan Martínez Galdeano en el cuartel. El ministerio público pide el ingreso en prisión preventiva del teniente José Manuel Rivas y el guardia J. A. M. F. porque utilizaron medios "inadecuados" (porras antirreglamentarias) y emplearon tratos "degradantes" contra el detenido. El fiscal, además, pretende "asegurar" las fuentes de prueba aún pendientes.

Para la fiscalía subsisten lo...

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El ministerio fiscal interpuso ayer un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial contra el auto de la juez Estefanía López, que decretó libertad para los nueve guardias civiles imputados por la muerte de Juan Martínez Galdeano en el cuartel. El ministerio público pide el ingreso en prisión preventiva del teniente José Manuel Rivas y el guardia J. A. M. F. porque utilizaron medios "inadecuados" (porras antirreglamentarias) y emplearon tratos "degradantes" contra el detenido. El fiscal, además, pretende "asegurar" las fuentes de prueba aún pendientes.

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Para la fiscalía subsisten los motivos que en su momento le llevaron a solicitar la prisión provisional de los dos guardias, ya que los informes remitidos por los Institutos de Toxicología de Madrid y Sevilla "no alteran ni afectan a la decisión" de plantear la prisión provisional. Los motivos, para el Ministerio Público, aluden a los resultados lesivos "graves" descritos en el informe de autopsia y la constatación del empleo de medios "inadecuados y peligrosos" por parte del teniente José Manuel Rivas y el guardia J. A. M. F., que les permite concluir que se produjo "una extralimitación en el empleo de la fuerza legítima".

Igualmente, la fiscalía apela a los "claros indicios de delito de tratos degradantes" que se desprenden de las actuaciones y diligencias practicadas hasta ahora e imputables a estos dos mismos agentes. Por último, argumenta en el recurso la necesidad de asegurar las fuentes de prueba que están pendientes de practicar en el procedimiento penal, ya que el Ministerio Público aprecia un riesgo de entorpecimiento. "Ya hay indicios en las propias actuaciones", sostiene la fiscalía, que también ha solicitado una ampliación del informe de autopsia con el fin de calificar jurídicamente la muerte del detenido.

El abogado de la acusación particular en nombre de la familia de la víctima, José Ramón Cantalejo, anunció ayer su intención de presentar un recurso de reforma contra el auto de la juez.

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Además de los delitos formulados por la fiscalía, Cantalejo suma el de encubrimiento y, tras la intervención el pasado jueves del ministro José Antonio Alonso, el de falsedad en documento público. "Se acredita que el teniente mintió en el informe oficial que mandó a la comandancia respecto al uso de armas antirreglamentarias y también omite, por otro lado, la existencia de parte del vídeo".

El letrado de la acusación, que en un principio pidió prisión preventiva sólo para el teniente, también reclamará esta medida contra el guardia J. A. M. F. "Parece que ya se va acreditando que el uso más extremo de la fuerza lo empleó también el guardia que inmovilizó en los últimos minutos", dijo el letrado, que volverá a esgrimir la alarma social para pedir el ingreso en prisión.

En su declaración ante la juez, J. A. M. F. reconoció que decidió "ponerle un punto de dolor en el cuello" de Galdeano cuando estaba esposado y boca abajo. En su intervención ante el juzgado el pasado lunes, la fiscalía aseguró que este agente le causó al detenido hasta 12 lesiones con la defensa extensible antirreglamentaria, que recogió del suelo, donde había sido arrojada por el teniente Rivas. El guardia J. A. M. F. fue también el que trató de reanimar a Galdeano con un masaje cardiaco mientras esperaban al personal sanitario en el cuartel.

Pero el caso Roquetas vivió ayer un punto de inflexión al conocerse que dos denuncias previas por supuestos malos tratos contra el teniente José Manuel Rivas, y que fueron archivadas, volverán a ser cursadas en virtud de dos resquicios legales. La primera de las denuncias, fechada en julio de 2004, podrá reabrirse de nuevo, ya que su archivo no fue notificado a la persona que denunció. "Hemos pedido que se notifique y, en el momento en que se haga, puede recurrir", anunció ayer Juan Manuel Oña.

La segunda denuncia, que se tramitó ante el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 2 de El Ejido, fue presentada el 25 de febrero de 2005 por Juan Manuel San Martín, que acusaba al teniente de haber maltratado a su hijo, Juan Antonio, durante una detención. "Me llegó a sacar la pistola y me la puso en la cabeza y en mis genitales", relató Juan Antonio San Martín a este diario.

Oña explicó ayer que se presentó "indebidamente", ya que el juez de El Ejido carece de competencias para investigar un hecho que ocurre en Roquetas de Mar. "De manera que hace tres días se remitió dicha denuncia al juzgado de Roquetas", indicó.

Además de la investigación de estos dos casos, ayer acudió a los juzgados de Roquetas el abogado Francisco de Asís Ferre para presentar una nueva denuncia contra el teniente José Manuel Rivas y otros dos guardias del cuartel por los supuestos delitos de tortura y detención ilegal de un hombre de 25 años de Roquetas, ocurridos el 19 de junio de 2004.

El fiscal de guardia de Roquetas de Mar, Fernando Gómez.EFE

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