"Nunca había visto gente tan agresiva y tan fuerte"

El guardia J. A. M. M. estaba de patrulla en motocicleta con A. G. R. cuando les avisaron del cuartel. Se encontró a cuatro compañeros intentando inmovilizar de "cintura hacia arriba" a Juan Martínez Galdeano, que estaba "tirado en el suelo con las esposas puestas delanteras, muy agresivo", según declaró el lunes ante la juez. J. A. M. M. llevaba un spray de defensa "homologado" y consultó al teniente, que le dijo que hiciera una pulsación. "Salió demasiado y afectó también a los compañeros", declaró.

Entonces trató de inmovilizarle las piernas, pero se le escapó, le pegó "una pa...

El guardia J. A. M. M. estaba de patrulla en motocicleta con A. G. R. cuando les avisaron del cuartel. Se encontró a cuatro compañeros intentando inmovilizar de "cintura hacia arriba" a Juan Martínez Galdeano, que estaba "tirado en el suelo con las esposas puestas delanteras, muy agresivo", según declaró el lunes ante la juez. J. A. M. M. llevaba un spray de defensa "homologado" y consultó al teniente, que le dijo que hiciera una pulsación. "Salió demasiado y afectó también a los compañeros", declaró.

Entonces trató de inmovilizarle las piernas, pero se le escapó, le pegó "una patada en la frente" y le puso los grilletes de un lazo de sólo uso, aunque sin apretar por los movimientos. El detenido trataba de soltarse. "Las heridas de los tobillos son de los movimientos que el fallecido hacía", según el guardia, que cerró el lazo con la mano y, a la vez que lo sujetaba, llamó al 061 desde su móvil de manos libres.

El agente declaró en el juzgado que "nunca había visto gente tan agresiva y con esa fuerza" en sus 22 años de servicio, a pesar de que ha estado en puestos "muy conflictivos".

Como seguía "agresivo", le dieron la vuelta por orden del teniente, aunque les costó, dada la resistencia de Martínez Galdeano. J. A. M. M. dejó su puesto en las piernas para llamar por teléfono desde el cuartel al médico. "En ningún momento esa persona se encontró en mal estado", dijo. El guardia se ofreció para ir al centro de salud para recoger al médico. Al regresar ya se encontró a un compañero haciendo masajes cardiacos al detenido.