Las funcionarias advierten de colapso en el Juzgado de Violencia de Valencia

Más de un centenar de diligencias no urgentes se acumulan sin tramitar

Seis semanas después de que se pusieran en marcha los juzgados de Violencia sobre la Mujer, el de Valencia está al borde del colapso. Las ocho funcionarias que trabajan en él, las dos fiscales, la secretaria y el propio magistrado reconocen que el ritmo de trabajo es insostenible y las condiciones van en contra de las víctimas. La entrada de diligencias urgentes, con detenido, impide que las tramitaciones avancen, más de un centenar están ya paralizadas.

Desde el 28 de junio, el Juzgado de Instrucción de Violencia sobre la Mujer de Valencia ha visto algo más de 300 casos. Al juzgado lle...

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Seis semanas después de que se pusieran en marcha los juzgados de Violencia sobre la Mujer, el de Valencia está al borde del colapso. Las ocho funcionarias que trabajan en él, las dos fiscales, la secretaria y el propio magistrado reconocen que el ritmo de trabajo es insostenible y las condiciones van en contra de las víctimas. La entrada de diligencias urgentes, con detenido, impide que las tramitaciones avancen, más de un centenar están ya paralizadas.

Desde el 28 de junio, el Juzgado de Instrucción de Violencia sobre la Mujer de Valencia ha visto algo más de 300 casos. Al juzgado llegan cada día entre cinco y siete víctimas. Ocho funcionarias, dos fiscales, una secretaria y el juez, se hacen cargo de incoar las diligencias oportunas, tomar declaraciones, acompañar a la víctima al forense, acordar las medidas que convenga, celebrar juicio rápido. Los casos no urgentes esperan. Y la lista de espera ya tiene más de un centenar de asuntos que no se pueden tramitar. El volumen de asuntos urgentes que entra cada día en ese juzgado se traduce, por ejemplo, en jornadas que se prolongan como mínimo hasta las seis de la tarde y habitualmente hasta las 19.30. "La más perjudicada de esta situación es la víctima, llega aquí y tiene que esperar prácticamente todo el día. Pero no podemos hacer más, no tenemos capacidad para más y no podemos seguir dando una respuesta que va más allá de lo que podemos y debemos hacer", explica una de las funcionarias.

El juzgado tiene una jornada que finaliza la atención al público a las 14.00, una más tarde como mucho. No se contempla el pago de horas, aunque funcione casi como de guardia permanente. Los lunes recibe los casos del fin de semana y la cifra triplica la de cualquier otro día de la semana. El juzgado, que reclama un forense adscrito, dos salas (una de ellas con ordenador para las representantes de la fiscalía), más abogados en el turno de oficio, advierte del inmediato colapso que se producirá dadas las condiciones en las que trabajan (otros funcionarios pueden incrementar su salario al mes en 600 euros por cinco guardias). Desde el juzgado se pide que se equiparen los medios a Madrid y Barcelona en beneficio de las víctimas, "para que sean atendidas como merecen y no se produzca una victimización secundaria", explica una de las funcionarias. A partir del día 16 en el juzgado sólo habrá tres funcionarias.

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