Maragall dice que un país se define con la política de mejora de barrios

Los vecinos confían en mejorar la calidad de vida

"La alianza de la nación y de los barrios, a traves de los alcaldes, regidores y vecinos, pone en marcha una fuerza de transformación que no hay quien la pare". El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, hizo ayer una férrea defensa de la mejora y transformación de los barrios para definir y vertebrar Cataluña. El presidente visitó una de las promociones de viviendas del Incasol de Via Trajana, a caballo entre Sant Adrià y Barcelona, un barrio en proceso de reforma total de viviendas y equipamientos. "Este barrio no lo conocerá ni la madre que lo parió", sentenció, aludiendo a una famo...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

"La alianza de la nación y de los barrios, a traves de los alcaldes, regidores y vecinos, pone en marcha una fuerza de transformación que no hay quien la pare". El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, hizo ayer una férrea defensa de la mejora y transformación de los barrios para definir y vertebrar Cataluña. El presidente visitó una de las promociones de viviendas del Incasol de Via Trajana, a caballo entre Sant Adrià y Barcelona, un barrio en proceso de reforma total de viviendas y equipamientos. "Este barrio no lo conocerá ni la madre que lo parió", sentenció, aludiendo a una famosa expresión de Alfonso Guerra.

El escenario de la visita de la comitiva -acompañaban a Maragall los consejeros Joaquim Nadal y Salvador Milà, y los alcaldes de Barcelona y Sant Adrià de Besòs, Joan Clos y Sito Canga- fue el barrio de Via Trajana, donde se han construido 10 bloques para sustituir las edificaciones bajas que se alzaron en 1953, cuando a la Via Trajana se le llamaba la Verneda Baixa, un barrio que creció para recolocar a barraquistas que vivían en la Bordeta y también en los terrenos que ocupó el estadio del Barça en la avenida de Sarrià, en el distrito de Les Corts.

A algunos de esos antecedentes se refirió Maragall en el centro cívico del barrio, precisamente uno de los edificios que tienen que sustituirse. "Definir el país no es sólo la reforma de textos legislativos como el Estatut, sino mejorar las calles de nuestras ciudades y nuestros barrios", afirmó, tras lo cual añadió que alcaldes y concejales, junto con los vecinos, son las piezas claves de ese proceso.

La visita del presidente de la Generalitat a Via Trajana parecía tener como objetivo compensar la creciente concentración de la imagen del Gobierno catalán en la tarea de negociar y definir el nuevo Estatut. "Aquí estamos, alcaldes, ex alcaldes y regidores defendiendo la política de barrios", insistió. Salvador Milà, consejero de Medio Ambiente y Vivienda de la Generalitar, apuntó que la política de vivienda de los anteriores gobiernos se limitaba a sustituir pisos, "y eso no basta, la política de vivienda va más allá, es una política que integra a los Ayuntamientos y a los vecinos", agregó.

A la visita a un piso de los recién entregados por el Incasol, siguió un paseo por el barrio hasta el límite que dibuja la avenida de Guipúscoa y las intervenciones en el centro cívico de Via Trajana. Pese a que las intervenciones fueron aplaudidas por los vecinos que acudieron a la cita, la comitiva no se libró de los reproches de algunas mujeres.El motivo del enfado era el criterio de adjudicación de los pisos de protección que no son para realojar a los directamente afectados por los derribos. Eso enfrentó, a gritos, a un grupo de mujeres del barrio.

De la antigua Via Trajana quedan en pie dos bloques de viviendas y el centro cívico. La reforma del barrio se inició en 1995, cuando 531 viviendas estaban ocupadas y 173 vacías. Desde entonces se ha realojado a 467 familias en las viviendas nuevas, en un proceso de sustitución de pisos que se vio afectado por una suspensión de pagos presentada por una constructora que ha provocado la demora de una de las últimas promociones.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Pere Serra, director de la oficina de reforma de barrios del Incasol, precisó ayer que la semana próxima se entregarán 42 pisos. Faltará la última fase, de 140 viviendas, que estarán finalizadas en 2007. En Via Trajana, como en otros barrios deteriorados de Sant Adrià y Barcelona, la sustitución de viviendas se aprovecha para incrementar el parque de pisos públicos y reurbanizar el espacio público.

En el caso de Via Trajana -de cuya superficie el 60% corresponde al término de Sant Adrià y el 40% al de Barcelona-, se está urbanizando el espacio público con un sistema de plataformas que persigue nivelar los dos extremos de la avenida, entre la calle de Santander y la de Guipúscoa, y darle un tratamiento de rambla.

En la calle, algunas vecinas todavía recordaban que en la Via Trajana "se estaba muy bien". Pertenecen a familias que llegaron a ese extremo de Barcelona procedentes de barracas. El cambio de las barracas a edificaciones nuevas -planta baja y dos alturas- y con espacios comunes en el interior de las manzanas, que tenían forma rectangular, era considerable.

"El ambiente de los vecinos estuvo bien hasta la década de los ochenta. Todos nos conocíamos, éramos gente trabajadora y sencilla con ganas de salir adelante. A partir de mediados de los ochenta, esto se estropeó", resumía una mujer que achacaba el deterioro del barrio a la irrupción de los traficantes de drogas. Este problema afectó con igual o superior crudeza al vecino barrio de La Mina, que ahora también está inmerso en un proceso de transformación urbanística y social que ya empieza a notarse, en opinión del alcalde de Sant Adrià, Sito Canga.

Sobre la firma

Archivado En