Crítica:

Protagonistas de una crisis

El buen periodismo puede ofrecer una excelente base para la comprensión de los fenómenos políticos. Es el caso de la labor de Henrique Cymerman, conocido sobre todo por sus crónicas televisivas sobre la crisis de Oriente Próximo y que hoy nos ofrece una selección de sus entrevistas realizadas en la última década con líderes palestinos e israelíes, expertos internacionales, personas que por uno u otro motivo ofrecen visiones representativas del conflicto y víctimas y allegados de las víctimas. En el calidoscopio presentado por Cymerman se encuentran Rabin, Simón Peres y Arafat, Abu Mazem, Sharo...

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El buen periodismo puede ofrecer una excelente base para la comprensión de los fenómenos políticos. Es el caso de la labor de Henrique Cymerman, conocido sobre todo por sus crónicas televisivas sobre la crisis de Oriente Próximo y que hoy nos ofrece una selección de sus entrevistas realizadas en la última década con líderes palestinos e israelíes, expertos internacionales, personas que por uno u otro motivo ofrecen visiones representativas del conflicto y víctimas y allegados de las víctimas. En el calidoscopio presentado por Cymerman se encuentran Rabin, Simón Peres y Arafat, Abu Mazem, Sharon y Netanyahu, el jeque Yassin y otros líderes integristas, gentes de una sociedad, o mejor de dos sociedades fuertemente golpeadas, una por la represión y otra por el terror y, en un apartado de particular importancia, colaboracionistas y traidores. Precisamente, la estremecedora conversación con un colaborador palestino de los servicios de información israelíes constituye uno de los puntos fuertes del libro, cuya objetividad, difícil y lúcidamente obtenida, se refleja en que el acto de presentación en Madrid viera juntos al embajador de Israel y al delegado de la Autoridad Nacional Palestina.

VOCES DESDE EL CENTRO DEL MUNDO

Henrique Cymerman

Prólogo de Baltasar Garzón

Temas de Hoy. Madrid, 2005

390 páginas. 18,90 euros

"Este libro", resume en el prólogo Baltasar Garzón, "está escrito por un periodista que ha vivido el dolor de la noticia día a día y, como él mismo relata en sus entrevistas, ha tocado el horror y la miseria, pero también la grandeza humana en situaciones difíciles". En principio, lo que dominan son las tintas negras, con las reiteradas explicaciones de las razones del odio y de la insensibilidad ante la muerte de civiles por parte de los militantes palestinos, y la frialdad en la aplicación de los métodos represivos en el sector israelí. No faltan rasgos de humor negro. El panorama recuerda la estampa de los fusilamientos del 3 de mayo, de Goya. Sólo que en el libro de Cymerman, al lado de la danza de la muerte y del odio, también despuntan voluntades en una y otra parte para dar con los medios de superación de la crisis, siempre con un efectivo Estado palestino como precondición. Cuando los apartados personales reúnen entrevistas celebradas antes y después de la muerte de Arafat, cobra forma asimismo la imagen de que el dirigente fallecido fue en sus últimos tiempos un obstáculo para un eventual encauzamiento de la contienda en dirección hacia la paz.

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