Arquitectos, ingenieros y economistas crean un tribunal para dirimir conflictos técnicos

Los colegios de arquitectos, ingenieros industriales y economistas de Cataluña anunciaron ayer la creación del Tribunal Arbitral Técnico de Cataluña (TATC), un organismo que dirimirá conflictos vinculados a cuestiones técnicas. El economista Antoni Serra Ramoneda presidirá el tribunal, que también integrarán el arquitecto Ricardo Gómez, el ingeniero Ramon Pedrerol y el economista Antonio Argandoña como vocales.

El TATC actuará en ámbitos como la construcción, el urbanismo, el medio ambiente, el entorno industrial, la prestación de servicios profesionales, los seguros, los accidentes, la...

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Los colegios de arquitectos, ingenieros industriales y economistas de Cataluña anunciaron ayer la creación del Tribunal Arbitral Técnico de Cataluña (TATC), un organismo que dirimirá conflictos vinculados a cuestiones técnicas. El economista Antoni Serra Ramoneda presidirá el tribunal, que también integrarán el arquitecto Ricardo Gómez, el ingeniero Ramon Pedrerol y el economista Antonio Argandoña como vocales.

El TATC actuará en ámbitos como la construcción, el urbanismo, el medio ambiente, el entorno industrial, la prestación de servicios profesionales, los seguros, los accidentes, la evaluación de negocios y daños, el lucro cesante y aspectos financieros. El organismo dirimirá confictos siempre que las partes enfrentadas se sometan voluntariamente a su arbitraje. Cuando reciba una petición, explicaron sus impulsores, se considerará el caso y se designará al menos un árbitro, que será un experto en el problema técnico que motive el conflicto.

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"El tribunal se asegurará de que el proceso sea rápido y que todas las formalidades se hagan correctamente para evitar posibles impugnaciones posteriores", explicó Serra Ramoneda. Los procesos de arbitraje durarán un mínimo de dos meses y un máximo de seis, según la urgencia y las cuantías que estén en juego. "Los conflictos con raíces técnicas pueden ser muy largos si se acude a un tribunal de justicia. El arbitraje permite reducir su duración al contar con gente que conoce el asunto y que puede dictar un laudo", afirmó el decano del Colegio de Ingenieros Industriales, Àngel Llobet.

Serra Ramoneda garantizó la independencia del tribunal, uno de los problemas a los que hasta ahora se enfrentaban los arbitrajes de los colegios. "En un conflicto entre un constructor y un arquitecto, si este último quiere usar el arbitraje de su colegio, el constructor puede sospechar que se fallará en su contra", explicó. Las reglas de arbitraje obligan a que las partes enfrentadas cumplan la resolución dictada desde el momento en el que se someten voluntariamente al tribunal.

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