La Iglesia abre en un plazo récord la beatificación de Juan Pablo II

El derecho canónico establece un mínimo de cinco años tras la muerte para iniciar una beatificación. Pero Juan Pablo II es aparte: ayer, sin pasar aún tres meses desde su fallecimiento, una solemne ceremonia en la catedral de San Juan de Letrán abrió su camino a una santidad asegurada. Y ayer se publicó su proyecto póstumo: el resumen del voluminoso catecismo de 1992, del que el Vaticano espera vender millones de ejemplares.

El resumen (sin variaciones sobre el texto de 1992) lo encargó Juan Pablo II a su mano derecha, el cardenal Joseph Ratzinger, a quien correspondió ayer presentarlo ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El derecho canónico establece un mínimo de cinco años tras la muerte para iniciar una beatificación. Pero Juan Pablo II es aparte: ayer, sin pasar aún tres meses desde su fallecimiento, una solemne ceremonia en la catedral de San Juan de Letrán abrió su camino a una santidad asegurada. Y ayer se publicó su proyecto póstumo: el resumen del voluminoso catecismo de 1992, del que el Vaticano espera vender millones de ejemplares.

El resumen (sin variaciones sobre el texto de 1992) lo encargó Juan Pablo II a su mano derecha, el cardenal Joseph Ratzinger, a quien correspondió ayer presentarlo como nuevo Papa. El libro, dijo Benedicto XVI, "va dirigido a todos los hombres de buena voluntad que buscan la verdad". En Italia la edición en rústica, a 9,5 euros, se venderá en librerías, supermercados y gasolineras. La primera edición, de 150.000 ejemplares, contiene sin embargo un grave gazapo, firmado por el propio Benedicto XVI. Ratzinger escribió y firmó la introducción el 20 de marzo y allí decía que el catecismo abreviado había sido encargado por Juan Pablo II. Pero el texto llegó a imprenta tras el 2 de abril, con Wojtyla ya difunto; y alguien, con la mejor voluntad, añadió al nombre de Juan Pablo II las palabras "de venerada memoria". La fecha no se cambió: así que Ratzinger, en un texto datado el 20 de marzo, da por muerto a un Papa vivo.

Ratzinger prefirió no ir por la tarde a San Juan de Letrány dar al cardenal Camillo Ruini, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, todo el protagonismo en la magna ceremonia con que comenzó el proceso de beatificación de Juan Pablo II. Ratzinger aseguró, en la homilía fúnebre dedicada a Wojtila, que éste se encontraba "en la ventana de la casa del Padre". Una vez elegido pontífice, Benedicto XVI aceleró los trámites hasta un punto desconocido en tiempos modernos y se da por seguro que Juan Pablo II será santo en menos tiempo que santa Teresa de Calcuta, que tardó cinco años.

Benedicto XVI presenta ayer a una pareja sin identificar la edición del catecismo de Juan Pablo II.REUTERS

Archivado En