Crítica:

Artificios

James Casebere es el principal exponente de lo que se ha denominado fotografía construida, línea en la que lleva trabajando desde hace ya tres décadas. En nuestro país, han podido verse sus obras en una monográfica que presentó el CGAC en 1999 y tiempo después en una colectiva que bajo el título de Arquitecturas excéntricas tuvo lugar en la sala Koldo Mitxelena. Las obras que se presentan ahora en la galería Helga de Alvear pertenecen a su producción más reciente, realizada en los dos últimos años. Su método consiste en la construcción de maquetas del tamaño de un tablero de mesa...

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James Casebere es el principal exponente de lo que se ha denominado fotografía construida, línea en la que lleva trabajando desde hace ya tres décadas. En nuestro país, han podido verse sus obras en una monográfica que presentó el CGAC en 1999 y tiempo después en una colectiva que bajo el título de Arquitecturas excéntricas tuvo lugar en la sala Koldo Mitxelena. Las obras que se presentan ahora en la galería Helga de Alvear pertenecen a su producción más reciente, realizada en los dos últimos años. Su método consiste en la construcción de maquetas del tamaño de un tablero de mesa, que después ilumina cuidadosamente y procede a fotografiar desde diferentes ángulos. Del trabajo previo de creación de sus arquitecturas, a base de materiales como yeso, papel o poliestireno, sólo queda la toma fotográfica; sus imágenes, por tanto, no corresponden a un modelo real, sino a una doble interpretación realizada por el artista. Con ello, Casebere ahonda por una doble vía en la relación entre el objeto representado y su representación, creando en sus fotografías una fuerte tensión entre artificio y realidad, entre ilusión y verdad. El resultado son espacios construidos con los mínimos elementos, con un fuerte poder de abstracción, atemporales y desfuncionalizados, vacíos y despojados de cualquier presencia humana, en los que toda la atmósfera se construye a partir de un diálogo entre la forma y la luz. Es indudable la capacidad que tienen estas arquitecturas para alcanzar, y sugerir en el espectador, un significado simbólico.

ARQUITECTURAS SIMBÓLICAS

Galería Helga de Alvear

Doctor Fourquet, 12. Madrid

Hasta el 30 de junio

Esta nueva serie de trabajos, que él llama imágenes "moriscas", parten de una referencia explícita a la situación creada tras la caída del régimen talibán en Afganistán y la invasión norteamericana de Irak, y están construidos, en respuesta a este contexto, como espacios que remiten a la tolerancia y a la convivencia entre formas culturales diferentes. Se trata de arquitecturas medievales, cristianas y musulmanas, fuertemente idealizadas e impregnadas de una atmósfera trascendental, que evocan la relación histórica que mantenemos con estos espacios. Como una búsqueda de los orígenes, estas imágenes apelan a la necesidad de reapropiarse de la experiencia de la historia para afrontar el presente.

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