General Motors eliminará 25.000 empleos en su división norteamericana

El mayor fabricante de automóviles ha despedido a 80.000 trabajadores en el último lustro

Rick Wagoner, consejero delegado de General Motors, presentó ayer ante la junta anual de accionistas un drástico plan de reestructuración de sus actividades en Norteamérica. El objetivo de GM es eliminar un mínimo de 25.000 empleos en tres años, el equivalente al 7,7% de su plantilla global y el 16,6% de la norteamericana. El gigante de la automoción, el mayor del mundo, ha despedido a 80.000 trabajadores durante los últimos cinco años. Los inversores llevan meses esperando iniciativas sustanciales de la ejecutiva de GM para corregir la grave crisis financiera por la que atraviesa en EE UU....

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Rick Wagoner, consejero delegado de General Motors, presentó ayer ante la junta anual de accionistas un drástico plan de reestructuración de sus actividades en Norteamérica. El objetivo de GM es eliminar un mínimo de 25.000 empleos en tres años, el equivalente al 7,7% de su plantilla global y el 16,6% de la norteamericana. El gigante de la automoción, el mayor del mundo, ha despedido a 80.000 trabajadores durante los últimos cinco años. Los inversores llevan meses esperando iniciativas sustanciales de la ejecutiva de GM para corregir la grave crisis financiera por la que atraviesa en EE UU.

La semana arrancaba con un anuncio publicitario ofreciendo descuentos a sus clientes, similares a los que ya reciben sus empleados, en una maniobra para poder deshacerse de los inventarios. Pero Rick Wagoner dejó lo más importante para el encuentro de ayer con los accionistas en Wilmington. Allí presentó una nueva estrategia para recuperar la competitividad de General Motors (GM), con una masiva reducción de empleos (25.000) como medida más importante.

El plan prevé además nuevos cierres de plantas en EE UU y Canadá —no identificadas— para reducir su capacidad de producción. Así se busca ahorrar hasta 2.500 millones de dólares anuales cuando esté completada la reestructuración en 2008. En otoño pasado, GM ya anunció el despido de 12.000 empleos en Europa (10.000 en Alemania) y este año lleva cerrados cuatro centros en EE UU.

Desde que Wagoner se puso al frente de la compañía en 2000, GM ha despedido a 80.000 empleados en todo el mundo, de los que prácticamente la mitad corresponden a su división norteamericana y 12.000 en Europa (600 en España). En la actualidad cuenta con una plantilla de 150.000 trabajadores en EE UU. La firma de analistas laborales Challenger, Gray & Christmas señalan que la reestructuración anunciada supone la mayor ola de despidos en Estados Unidos desde el recorte de 37.000 empleos en la cadena de distribución Kmart en 2003.

El principal problema al que se enfrenta la compañía está vinculado al alza en la cobertura sanitaria de sus empleados que suman 1.500 dólares al precio de producción de cada vehículo. GM está buscando fórmulas para contener el incremento de los costes por esta vía, porque según Wagoner "representa una importante desventaja frente a competidores extranjeros".

Pero las espadas están en alza con los sindicatos y la dirección de GM reconoció que será difícil conseguir un pacto. Además, se quiere reconfigurar el papel de las ocho marcas controladas por GM —Chevrolet, GMC, Cadillac, Pontiac, Buick, Saturn, Saab y Hummer— en el conjunto de la compañía, para potenciar las ventas y sacar productos más competitivos.

GM no está sufriendo sólo por el incremento de los costes de producción. El titán estadounidense ha visto reducir su cuota de mercado en EE UU hasta el 26%, frente al 47% de 1976, debido a la creciente competencia de las compañías asiáticas y europeas, que ofrecen vehículos más eficientes.

El plan de reestructuración de GM centró ayer el grueso de la atención en Wall Street. Sus títulos subieron un 2,3% en la apertura de la jornada bursátil en Nueva York y se colocaron en los 31 dólares, aunque acabaron la sesión a 30,73 dólares, frente a los 24 dólares de hace dos meses.

[Por otro lado, uno de sus eternos rivales —DaimlerChrysler— anunciaba ayer su intención de invertir 40.000 millones de dólares en Norteamérica durante los próximos cinco años para fabricar nuevos modelos y actualizar sus instalaciones en EE UU y Canadá].

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