BBK Solidarioa impulsa una empresa para dar trabajo sólo a inmigrantes
BBK Solidarioa anunció ayer que va a poner en marcha de la mano de la empresa Erakus y de la asociación Goiztiri una sociedad industrial que dará trabajo exclusivamente a inmigrantes, que son el colectivo que más se ha beneficiado de las actividades de la fundación de la caja vizcaína. La entidad, que ha captado ya 21 millones de euros de depositantes para esta iniciativa de economía social, va a poner también en marcha un fondo de inversión solidario y ético.
La Fundación BBK Solidarioa, que nació en julio de 2003, concedió el pasado año siete millones de euros en concepto de microcréd...
BBK Solidarioa anunció ayer que va a poner en marcha de la mano de la empresa Erakus y de la asociación Goiztiri una sociedad industrial que dará trabajo exclusivamente a inmigrantes, que son el colectivo que más se ha beneficiado de las actividades de la fundación de la caja vizcaína. La entidad, que ha captado ya 21 millones de euros de depositantes para esta iniciativa de economía social, va a poner también en marcha un fondo de inversión solidario y ético.
La Fundación BBK Solidarioa, que nació en julio de 2003, concedió el pasado año siete millones de euros en concepto de microcréditos para la financiación de necesidades personales, autoempleo, mejora de infraestructuras e iniciativas empresariales de economía social, una aportación que espera elevar en 2005 hasta los 12 millones de euros, según explicó ayer el subdirector general de BBK, Jon Mancisidor. El nuevo proyecto estrella es la empresa para inmigrantes. Ayer se celebró en Bilbao la asamblea de depositantes de la fundación.
La empresa de nueva creación, que se dedicará al montaje de exposiciones para ferias, nace gracias a la intermediación de BBK, que ha puesto en contacto a la empresa Erakus, dedicada ya a esta labor, y la asociación Goiztiri, que trabaja en la integración de colectivos marginales en la Margen Izquierda.
BBK Solidarioa presentó ayer también su nuevo fondo de inversión "solidario y ético". Mancisidor dijo que la solidaridad llega de que el 0,7% del patrimonio diario del fondo se destinará a la fundación. Por otro lado, dijo que es ético porque las inversiones están limitadas por criterios sociales. El nuevo fondo invertirá tanto en renta variable como fija (un mínimo de un 70%). En todo caso las inversiones deben ser en sociedades que figuren en los índices de prestigio en el ámbito de la responsabilidad social corporativa y medioambiental, y en función de principios como la no vulneración de derechos humanos y la contribución al fomento del empleo y la riqueza. Quedan descartadas firmas relacionadas con el alcohol, armamento o tabaco.
Los siete millones de euros concedidos en 2004 se destinaron a financiar necesidades directas de familias (649.752 euros y 574 beneficiarios); necesidades familiares a través de asociaciones (616.000 euros); autónomos (611.300 euros); empresas de inserción y economía social (1,5 millones); cooperación al desarrollo (527.000 euros); y mejora de infraestructuras (tres millones). En total, son 364 operaciones de financiación, con un conjunto total de 12.254 beneficiarios.
El volumen de ahorro contratado a través de los depósitos solidarios rondaba el 30 de abril de este año los 21 millones de euros, según los datos de la fundación. Según Mancisidor, el perfil de los beneficiarios de los créditos es el de una persona inmigrante, que utiliza los fondos para cubrir necesidades personales derivadas, fundamentalmente, de la deuda que acumula en su país de origen a causa del coste del viaje.
"Generalmente, son deudas asumidas en condiciones muy duras, casi de usura, y condicionan cualquier actividad económica en el país de acogida", explicó Mancisidor. A su juicio, una vez que se cancela ese crédito, "la persona solicitante está en condiciones de empezar una nueva vida en el camino de la normalización", subrayó.