La SEO reclama planes de protección para el águila perdicera
La Sociedad Española de Ornitología (SEO) ha declarado al águila perdicera como ave del año, una iniciativa que ha sido aprovechada por esta organización y por la Consejería de Medio Ambiente para poner en marcha una campaña de concienciación para la protección de esta especie amenazada y considerada en peligro de extinción.
La SEO ha pedido la urgente puesta en marcha de planes de protección de las poblaciones de águila perdicera, que tiene en Andalucía a su principal colonia, con casi la mitad del censo de toda España.
El águila perdicera es una especie característica de los am...
La Sociedad Española de Ornitología (SEO) ha declarado al águila perdicera como ave del año, una iniciativa que ha sido aprovechada por esta organización y por la Consejería de Medio Ambiente para poner en marcha una campaña de concienciación para la protección de esta especie amenazada y considerada en peligro de extinción.
La SEO ha pedido la urgente puesta en marcha de planes de protección de las poblaciones de águila perdicera, que tiene en Andalucía a su principal colonia, con casi la mitad del censo de toda España.
El águila perdicera es una especie característica de los ambientes mediterráneos, que aprovecha los cortados rocosos y barrancos para instalar el nido, y los matorrales, los espacios abiertos de pastos y los cultivos de secano como zonas de caza, ya que es donde viven las presas principales de las que se alimenta. En las últimas décadas las poblaciones de esta especie han sufrido un descenso importante, lo que le ha llevado a gozar de protección oficial. Así, está incluida en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas y en el Libro Rojo de las aves amenazadas en la categoría de "en peligro". Además, debido a la disminución continuada de las poblaciones en toda Europa, cuenta con un Plan de Acción Europeo para su conservación.
En la península ibérica se encuentra el 65% de las poblaciones de águila perdicera en Europa, con una población que ronda las 750 parejas reproductoras. De esta cantidad, casi la mitad se localiza en Andalucía, que tiene en su zona oriental los mayores censos de esta especie.
Desde la Sociedad Española de Ornitología se ha alertado de las numerosas amenazas a las que ha de enfrentarse esta especie. De éstas destaca la pérdida de hábitat debido a los cambios en los usos del suelo y la aparición de nuevas infraestructuras; la colisión o electrocución con tendidos eléctricos; el descenso del número de presas, como el conejo o la perdiz; el impacto de los parques eólicos cerca de los nidos; y las actividades recreativas en las áreas de nidificación.