El mosquito y el camello
En un estado de Derecho como es el nuestro, se condena la violencia pero se permite la indiferencia y la callada por respuesta frente a situaciones de injusticia y emergencia como es la nuestra. Este es el precio de la democracia que tenemos que pagar los colectivos más desfavorecidos donde nuestra voz ni tiene los mismos votos ni la misma fuerza. En democracia también se cuela el mosquito y se traga el camello.
La Iglesia Evangélica o Protestante del barrio de Amara Berri viene solicitando desde hace 22 años un terreno o espacio dónde poder ubicar las instalaciones para su nueva iglesi...
En un estado de Derecho como es el nuestro, se condena la violencia pero se permite la indiferencia y la callada por respuesta frente a situaciones de injusticia y emergencia como es la nuestra. Este es el precio de la democracia que tenemos que pagar los colectivos más desfavorecidos donde nuestra voz ni tiene los mismos votos ni la misma fuerza. En democracia también se cuela el mosquito y se traga el camello.
La Iglesia Evangélica o Protestante del barrio de Amara Berri viene solicitando desde hace 22 años un terreno o espacio dónde poder ubicar las instalaciones para su nueva iglesia. Desde la alcaldía y el departamento de Urbanismo del Ayuntamiento, hemos recibido tímidas llamadas, visitas y promesas incumplidas. Como comunidad cristiana esto nos ha llevado a un callejón sin salida y nuestro único recurso es la calle. Será en ella donde podremos atender, en un espacio más amplio y sin riesgos para nadie, a la gran cantidad de personas que se reúnen.
La Iglesia Evangélica de Amara va a celebrar su 30º aniversario. Nos hemos ganado el cariño y el respeto de la gente del barrio. Creo que también nos hemos ganado el derecho de ser escuchados y atendidos en nuestras demandas. No pedimos misericordia ni limosna, pedimos justicia.