Reportaje:

La terapia del color

Jóvenes de la comunidad terapéutica de salud mental del Complejo Hospitalario de Jaén exponen sus cuadros en el IAJ

Pinceladas gruesas que diluyen el dibujo, colores cálidos que acentúan la perspectiva y paisajes áridos y solitarios son las señas de identidad de buena parte de la obra de Ana Belén Aranda. Esta joven de 27 años forma parte de la comunidad terapéutica de salud mental del Complejo Hospitalario de Jaén y ha encontrado en la pintura su mejor vehículo de comunicación. "Cuando pinto me siento tranquila y útil. Aunque sé que no soy una artista profesional, en esos momentos soy feliz por hacer algo que, al menos para mí, es muy bello. Es la mejor terapia que puedo tener", confiesa esta joven, hablan...

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Pinceladas gruesas que diluyen el dibujo, colores cálidos que acentúan la perspectiva y paisajes áridos y solitarios son las señas de identidad de buena parte de la obra de Ana Belén Aranda. Esta joven de 27 años forma parte de la comunidad terapéutica de salud mental del Complejo Hospitalario de Jaén y ha encontrado en la pintura su mejor vehículo de comunicación. "Cuando pinto me siento tranquila y útil. Aunque sé que no soy una artista profesional, en esos momentos soy feliz por hacer algo que, al menos para mí, es muy bello. Es la mejor terapia que puedo tener", confiesa esta joven, hablando pausadamente y sin apartar la vista de una de sus composiciones en óleo, titulada La flor.

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Junto a otra decena de compañeros de la comunidad terapéutica a la que pertenece desde hace varios años, Ana Belén ha visto cumplido un sueño al participar en una exposición colectiva que se puede ver hasta el próximo 31 de mayo en la sede del Instituto Andaluz de la Juventud en Jaén (Arquitecto Berges, 34 A). "Me hace sentir bien que otras personas puedan conocer lo que hago", añade la joven, quien subraya que "nunca copia" y que siempre intenta dibujar "algo que le salga de su interior".

La formación de este grupo de pintura es fruto de la colaboración entre el Servicio Andaluz de Salud, la Fundación Andaluza de Integración Social de Enfermos Mentales (Faisem), el IAJ y la Universidad Popular de Jaén, que aporta la profesora del curso de pintura, Carmen Moreno. "A través de la pintura intento que ellos mismos rompan con el muro que les rodea para que salgan al mundo exterior, expresándose libremente", señala la monitora.

Carmen defiende que en sus clases, donde Ana Belén y sus compañeros estudian las diversas técnicas plásticas y a maestros como Renoir, Picasso o Zuloaga, se adquiere "la mirada del pintor". "Los alumnos aprenden a descubrir la belleza que les rodea y que puede estar en las cosas más sencillas de la vida. Nuestro objetivo es que vean un rayo de luz en la oscuridad que les rodea", añade la profesora.

Romón Talero, de 42 años, es otro de los integrantes de la comunidad de salud mental que se ha revelado como un gran dibujante. Un autorretrato a carboncillo y otro retrato del actor José Luis López Vázquez lo descubren como uno de los alumnos más aventajados. Sin embargo lleva más de seis meses sin colocarse frente a su caballete. "Sin saber por qué, las ganas de pintar y la inspiración se fueron. Ahora estoy como muerto. Sólo espero que muy pronto pueda volver a coger el pincel porque conocer el mundo de la pintura es lo mejor que me ha pasado en la vida", afirma.

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Antonio González, Juan Carlos Gómez, Isabel Bermúdez, Loli Valdivia, Magdalena Tello, Óscar López y María Luisa Salas son el resto de artistas que muestran su obra en la sede del IAJ. José Ramón Romero, director del IAJ en Jaén, destaca el trabajo desarrollado por estos artistas que "son un ejemplo del buen hacer de aquellos que creen en sí mismos y que luchan porque la enfermedad no les ahogue sus sueños".

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