OPINIÓN DEL LECTOR

Indefensión de los ciudadanos

¿Qué podemos hacer frente a la prepotencia de los Ayuntamientos? Vivir en una zona en desarrollo en los alrededores de Madrid es casi dramático en lo que se refiere a lo urbanístico. Da igual la naturaleza política del Ayuntamiento, socialista, del Partido Popular, independientes...

Todos están dispuestos a sacar el mayor provecho de unos terrenos que valen millones y a los que a los ciudadanos nos cuesta toda una vida acceder debido a la larga hipoteca que tenemos que contraer para pagarlos.

El Ayuntamiento de Algete notificó la noche del jueves que nuestros jardines invadían un...

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¿Qué podemos hacer frente a la prepotencia de los Ayuntamientos? Vivir en una zona en desarrollo en los alrededores de Madrid es casi dramático en lo que se refiere a lo urbanístico. Da igual la naturaleza política del Ayuntamiento, socialista, del Partido Popular, independientes...

Todos están dispuestos a sacar el mayor provecho de unos terrenos que valen millones y a los que a los ciudadanos nos cuesta toda una vida acceder debido a la larga hipoteca que tenemos que contraer para pagarlos.

El Ayuntamiento de Algete notificó la noche del jueves que nuestros jardines invadían una parcela municipal en la que ellos han previsto encajar unos edificios públicos.

Digo encajar porque van metidos con calzador entre unos adosados (más bien acosados) que fueron el resultado de una rápida recalificación de terrenos. Parece ser que fuimos víctimas de una constructora que vendió más terreno del que le correspondía.

El Ayuntamiento no supervisó, y si supervisó calló, quizá por oscuros intereses.

La situación es que nos meten la excavadora en un brevísimo plazo y arrasarán todos nuestros árboles. Nos quedamos sin apenas jardín y sin árboles, pero tenemos que seguir pagando nuestra hipoteca.

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Mantenemos también unas zonas verdes que bordean nuestras casas y alegran el pueblo, pero que nos serán arrebatados por cualquier ayuntamiento ante cualquier negocio constructor.

La última construcción de viviendas adosadas provocó unas grietas en una casa unifamiliar. Hay que demostrar que la grieta fue consecuencia de las obras. Da igual lo que pase con los árboles, con las personas que habitamos los edificios.

Si hay algún pingüe interés de por medio, nos caemos los habitantes, las casas y sus árboles. ¿No es esto indefensión ante el poder y sobre todo ante la especulación compartida por constructoras y ayuntamientos.

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