Vodevil antimonárquico
Cultura de un cine en el que la provocación y el deseo de levantar grandes controversias se da la mano con un evidente desaliño formal, la italiana Lina Wertmüller lleva muchos años ausente de nuestras carteleras, aunque sigue en activo, a sus 79 años. Esta Fernando y Carolina, que nos llega con evidente retraso, es un buen ejemplo de los logros y también de las lagunas que han acompañado, a lo largo de toda su carrera, a la directora de Film de amor y de anarquía. Ambientado en el Nápoles del XVIII, en él se cuentan las tumultuosas relaciones entre Fernando de Borbón, rey absolu...
Cultura de un cine en el que la provocación y el deseo de levantar grandes controversias se da la mano con un evidente desaliño formal, la italiana Lina Wertmüller lleva muchos años ausente de nuestras carteleras, aunque sigue en activo, a sus 79 años. Esta Fernando y Carolina, que nos llega con evidente retraso, es un buen ejemplo de los logros y también de las lagunas que han acompañado, a lo largo de toda su carrera, a la directora de Film de amor y de anarquía. Ambientado en el Nápoles del XVIII, en él se cuentan las tumultuosas relaciones entre Fernando de Borbón, rey absolutista, mujeriego, juerguista y brutal represor de cualquier intento de reforma, y la expeditiva, intrigante Carolina de Habsburgo. Pero a pesar de sus elegantes decorados, de su lujoso vestuario y del apoyo estatal que insumió su realización, lo que queda en pie del filme es una virulenta, sarcástica diatriba antimonárquica, no exenta de gracia, con una corte esperpéntica y un rey sencillamente impresentable, junto a un descorazonador sentido de la puesta en escena, en ocasiones casi televisiva, en otras descuidada excesivamente, un triste borrón para una película con tantos altibajos como aciertos.
FERNANDO Y CAROLINA
Dirección: Lina Wertmüller. Intérpretes: Sergio Assisi, Gabriella Pession, Nicole Grimaudo. Género: comedia histórica, Italia-Francia, 1999. Duración: 102 minutos.