20.000 europeos caen en el timo de la reventa de la multipropiedad

Unas 400 personas han sido detenidas en los últimos cuatro años en la Costa del Sol

La policía calcula que entre 15.000 y 20.000 europeos han sido víctimas de la estafa de la reventa de la multipropiedad, un timo que tiene su base en la Costa del Sol y con el que los delincuentes han logrado entre 18 y 24 millones de euros, a una media de 1.200 euros por cabeza. En los últimos años, cerca de 400 personas han sido detenidas en el litoral malagueño en relación con este fraude, cuyos autores consiguen engañar varias veces a la misma persona.

La multipropiedad -se adquiere una parte de la propiedad de un alojamiento en un complejo vacacional- y las fórmulas de tiempo compa...

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La policía calcula que entre 15.000 y 20.000 europeos han sido víctimas de la estafa de la reventa de la multipropiedad, un timo que tiene su base en la Costa del Sol y con el que los delincuentes han logrado entre 18 y 24 millones de euros, a una media de 1.200 euros por cabeza. En los últimos años, cerca de 400 personas han sido detenidas en el litoral malagueño en relación con este fraude, cuyos autores consiguen engañar varias veces a la misma persona.

La multipropiedad -se adquiere una parte de la propiedad de un alojamiento en un complejo vacacional- y las fórmulas de tiempo compartido o aprovechamiento por turnos -se adquiere sólo el derecho a disfrutar durante una semana al año de dicho alojamiento- se ganaron mala fama gracias a empresas que vendían cuotas de apartamentos inexistentes. La agresividad de los métodos de venta o la falta de información también crearon problemas.

Pese a que la ley 42/1998 trató de poner orden en una industria en la que España se sitúa en los primeros puestos, no han dejado de surgir escándalos relacionados con el sector, como el de Mundo Mágico, con cientos de afectados. Sin embargo, pasado el boom de estas fórmulas, la picaresca se dirige ahora hacia los propietarios deseosos de deshacerse de su multipropiedad, muchas veces con gastos mayores de los que esperaban, o dificultades para lograr plaza en la semana solicitada o para intercambiarla en otro destino.

Las víctimas son principalmente británicas, según explica Juan Titos, inspector jefe de la sección de delitos contra el patrimonio de la UDEV (Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta) en Málaga, aunque después se ha pasado a alemanes, franceses e italianos. Los estafadores montan oficinas con 15 o 20 teleoperadores que dominen el idioma, que llaman a los propietarios y les ofrecen revender su derecho por un valor mayor. Para formalizar la venta, se les pide que transfieran el importe de los gastos de notario o registro en una cuenta bancaria. La venta nunca se realiza, y para cuando la víctima se da cuenta, la empresa ha desaparecido. Los cabecillas montan otra sociedad, que desaparece al mes, y así hasta que se acaba el mercado.

Entonces entra en juego un segundo fraude, en el que han caído entre 5.000 y 6.000 personas. La misma empresa, con otro nombre, llama de nuevo a la víctima para ofrecerle asistencia legal frente a la anterior estafa y constituir una sociedad de perjudicados. Para ello, le piden que ingrese unos 300 euros. En ocasiones, utilizan el nombre de algún abogado o notario sin su consentimiento para dar apariencia de veracidad. Algunos timadores incluso convencen al propietario para que compre otra semana adicional en un club de vacaciones, mediante un préstamo bancario, para vender las dos semanas a un magnate interesado, inexistente, claro. Algunos han caído en los tres fraudes.

Para Titos, la estafa de la reventa está en sus "flecos finales", ya que llega un momento en que no hay más posibles víctimas. Su sección ha desmantelado cerca de cien empresas, cuyos cabecillas son en su mayoría británicos, aunque también hay de otras nacionalidades. Muchos de ellos actúan con testaferros españoles, a los que pagan para que retiren los ingresos de los estafados de sus cuentas bancarias. Pero el 75% de los detenidos son teleoperadores, a los que Titos también considera imputables: "Puedes engañar involuntariamente a alguien, pero no 15 o 20 veces al día".

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