Philippe Besson vende al cine francés todas sus novelas

Los días frágiles, Un muchacho de Italia, En ausencia de los hombres y Final de verano, las últimas cuatro obras del escritor Philippe Besson (Barbezieux, Francia, 1967), serán llevadas al cine. Los días frágiles comenzará a rodarse el próximo mes de agosto. Un chico de Italia y En ausencia de los hombres tienen fecha para 2006. La primera de las novelas de este escritor que se adaptó a la pantalla fue Un hermano, realizada por Patrice Chéreau. "No quise participar en el guión porque creo que un director de cine ve las cosas diferentes a un escritor. ...

Los días frágiles, Un muchacho de Italia, En ausencia de los hombres y Final de verano, las últimas cuatro obras del escritor Philippe Besson (Barbezieux, Francia, 1967), serán llevadas al cine. Los días frágiles comenzará a rodarse el próximo mes de agosto. Un chico de Italia y En ausencia de los hombres tienen fecha para 2006. La primera de las novelas de este escritor que se adaptó a la pantalla fue Un hermano, realizada por Patrice Chéreau. "No quise participar en el guión porque creo que un director de cine ve las cosas diferentes a un escritor. Me gustó mucho el resultado final", cuenta Besson. Final de verano ha sido comprada por el actor Daniel Auteil hace dos semanas. "Le entusiasmó la novela y me pidió que le vendiera los derechos", añadió el escritor durante la presentación en Madrid de esa novela, la primera que se edita en España (Alianza Literaria).

"Quería contar una historia de amor, y la encontré en el cuadro de Hopper"

La historia de Final de verano comenzó en Chicago en el mismo momento en que el escritor se situó frente al cuadro Nighthawks, de Edward Hopper, y no pudo quitarse de la mente a sus cuatro personajes. "Quería contar una historia de amor y la tenía frente a mí. La mujer de rojo, el hombre del traje y el barman tenían algo que contar y yo tenía que hacerlo con palabras, las mínimas posibles, porque no me gusta que mis libros tengan más páginas que las necesarias. La cuarta persona está expectante ante lo que contempla". Hopper, uno de los grandes artistas del siglo XX, ha servido de inspiración a directores de cine como Alfred Hitchcock o Francis Ford Coppola. Las escenas de la vida cotidiana que reflejan sus cuadros despiden un halo de soledad que permite al espectador dejar volar la imaginación.

En Final del verano, Philippe Besson, gran admirador del pintor, da vida a los personajes de Nighthawks, lo que le permite fantasear sobre los encuentros y desencuentros de Louise Cooper, autora de teatro con éxito, y Stephen Townsend, abogado, con un testigo de excepción, Phillies, el barman del local. Cooper espera a su amante, Norman, y mientras tanto llega al local Stephen, el hombre que la había abandonado cinco años antes para casarse con Rachel, una rica bostoniana. La pareja rememora entre diálogos explícitos y monólogos interiores los cinco años de frustraciones, decepciones y anhelos que han transcurrido. "He tratado de ser lo más fiel a Hopper, tanto a su dimensión del silencio como al universo que fue capaz de crear. Los personajes sólo se mueven en el espacio del cuadro, porque sabía que en el momento que ellos quisieran salir del lienzo la historia tocaba a su fin. Lo que sorprende del cuadro es que las dos figuras del centro casi se tocan, pero ni se miran, ni se hablan, dejando entrever un deseo silencioso".

El reto de este libro, en palabras de su autor, ha sido dar todo el protagonismo al personaje femenino. "En general, cuando los hombres construyen personajes femeninos no siempre tienen éxito", contó el escritor, que tuvo que apelar a la parte femenina que lleva dentro para dar vida a Louise. "De hecho, este personaje es el que se muestra más cercano y el que más se parece a mí, aunque todos los que aparecen reflejados en la obra tienen algo mío".

Philippe Besson se autodefine como "un novelista de la sensibilidad" y asegura que lo que le interesa es contar historias sobre los sentimientos más íntimos. "Ninguna de mis novelas tiene más de 200 páginas. No me gustan los escritores sobrecargados, los que escriben con desmesura. Mi proyecto literario es contar historias, y hacerlo en el ámbito de la ficción. No me interesa contar mi vida, que es lo que hacen algunos escritores cuando no tienen nada que decir".