El Instituto de Consejeros pide a Solbes un calendario para avanzar en el buen gobierno de las empresas

El Instituto de Consejeros pidió ayer al Gobierno que establezca plazos concretos para adaptar la normativa española en materia de buen gobierno de las empresas a las últimas recomendaciones internacionales. La petición se produce al hilo de las duras críticas que el vicepresidente y ministro de Economía, Pedro Solbes, hizo a las empresas españolas por sus "notables carencias" en este terreno durante una cena organizada por la asociación el pasado miércoles en Madrid.

En su discurso ante unos 200 consejeros y empresarios, Solbes cuestionó la independencia de algunos consejeros, pidió un...

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El Instituto de Consejeros pidió ayer al Gobierno que establezca plazos concretos para adaptar la normativa española en materia de buen gobierno de las empresas a las últimas recomendaciones internacionales. La petición se produce al hilo de las duras críticas que el vicepresidente y ministro de Economía, Pedro Solbes, hizo a las empresas españolas por sus "notables carencias" en este terreno durante una cena organizada por la asociación el pasado miércoles en Madrid.

En su discurso ante unos 200 consejeros y empresarios, Solbes cuestionó la independencia de algunos consejeros, pidió un mayor respeto de los derechos de los pequeños accionistas y aseguró que el retraso de las empresas españolas en este terreno frena las inversiones extranjeras.

La única fecha marcada es junio de 2006. Entonces los Gobiernos de la UE deben informar a la comisión sobre qué medidas han adoptado para reforzar el papel de los consejeros independientes y hacer más transparente las retribuciones, que han sido objeto de varias recomendaciones.

En España, el Gobierno tiene pendiente la elaboración de un nuevo código de buen gobierno, ya que en la actualidad conviven dos textos, en ocasiones contradictorios: el Código Olivencia de 1998, de carácter voluntario, y el Informe Aldama, algunas de cuyas propuestas fueron recogidas en la Ley de Transparencia de 2003 mientras otras quedaban en el ámbito de la autorregulación de las empresas.

Solbes se mostró partidario de mantener el buen gobierno en el terreno de las recomendaciones: "Lo que se necesita es un esquema que cree incentivos para que los consejos sigan este camino, más allá de la buena o menos buena voluntad de sus integrantes", aseguró. Y finalizó con el compromiso de elaborar en esta legislatura "un cuerpo de recomendaciones de buen gobierno en línea con las mejores prácticas internacionales".

El Ministerio de Economía ya trabaja en este sentido y ha empezado a reunirse con distintos expertos para concretar las nuevas recomendaciones. El Instituto de Consejeros cree conveniente que el Gobierno ponga "plazos" a ese periodo de reflexión, así como a la fase posterior de puesta en marcha de las medidas consensuadas.

Las duras críticas del vicepresidente no fueron mal recibidas por los asistentes al acto, afirmaron varios de ellos. Y eso que a la cena asistieron algunos presidentes de grandes compañías como Eduardo Montes, de Siemens, o Francisco Román, de Vodafone, y muchos consejeros.

Preguntado sobre si se había sentido aludido por ellas, el presidente del BBVA, Francisco González, cuyo consejo está formado en su mayoría por consejeros independientes y no cuenta con un vicepresidente, aseguró ayer que la entidad "presume de gobierno corporativo" y subrayó: "Los consejeros del banco conocen sus funciones, dedican un tiempo importante a la entidad y no tienen conflicto de intereses".

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