La izquierda y CiU impiden que los políticos declaren sobre el 3% en el Parlament

La segunda parte de la comisión del Carmel, destinada a analizar las adjudicaciones de las obras públicas en Cataluña desde 1999 hasta 2005, será "descafeinada", en expresión de los diputados del Partido Popular. Éstos reclamaban que comparecieran el presidente Pasqual Maragall y el consejero de Comercio, Josep Huguet, aduciendo que ambos se refirieron a las comisiones del 3% en declaraciones públicas. También pedían la presencia de los ex consejeros Felip Puig y Joan Ignasi Puigdollers, ex responsables de Política Territorial y de Gisa, la empresa pública de adjudicaciones. Pero el resto de l...

La segunda parte de la comisión del Carmel, destinada a analizar las adjudicaciones de las obras públicas en Cataluña desde 1999 hasta 2005, será "descafeinada", en expresión de los diputados del Partido Popular. Éstos reclamaban que comparecieran el presidente Pasqual Maragall y el consejero de Comercio, Josep Huguet, aduciendo que ambos se refirieron a las comisiones del 3% en declaraciones públicas. También pedían la presencia de los ex consejeros Felip Puig y Joan Ignasi Puigdollers, ex responsables de Política Territorial y de Gisa, la empresa pública de adjudicaciones. Pero el resto de los partidos, los tres de izquierda y Convergència i Unió, han vetado estos nombres y acordaron que sólo declararán técnicos.

El Parlament aprobó que la comisión de investigación del Carmel se divida en dos partes: la primera para conocer las causas del hundimiento del túnel de la línea 5 del metro, y la segunda para analizar los sistemas de adjudicación de obra pública desde 1999 hasta 2005. Los grupos de izquierda -Partit dels Socialistes (PSC), Esquerra Republicana e Iniciativa per Catalunya (ICV)- entendían, al principio, que la comisión debería investigar si hubo o no cobro de comisiones ilegales durante la anterior administración catalana de Convergència i Unió (CiU).

Pero a tenor de la lista de comparecientes pactada entre la izquierda y CiU -con la negativa del Partido Popular-, la comisión parlamentaria poca luz arrojará sobre la presunta corrupción.

La comisión escuchará las comparecencias de representantes de la Cámara de Contratistas, de la Sindicatura de Cuentas, de los sindicatos UGT y CC OO, y la de algunos expertos en materia de contratación de obra pública. Los testimonios empezarán el lunes 25 y se prolongarán hasta principios de mayo, ya que el mandato del Parlament limita a dos meses la duración de las investigaciones.

Los políticos solicitados, en cambio, no tendrán que acudir. "Ni Maragall ni Huguet aportarían nada", aseguró el diputado de Esquerra Oriol Amorós, cuya opinión es que la comisión debe centrarse en la lucha contra el fraude y huir del espectáculo que, dijo, busca el PP. En el PSC también indicaron que la comisión no debe convertirse en un "espectáculo mediático", sino que debe servir para aplicar fórmulas de adjudicación mucho más transparentes que impidan "la picaresca".

Los diputados hicieron ayer balance de los trabajos de la comisión, y discreparon tanto como lo han hecho los técnicos que han comparecido. Mientras que a juicio de Daniel Sirera, del PP, el resultado es negativo, el convergente Felip Puig dijo que la comisión ha producido resultados positivos, en especial porque, opinó, ha despejado las dudas que se habían pretendido arrojar sobre la gestión de CiU. Joan Boada, presidente de la comisión y portavoz de ICV, valoró los trabajos realizados por la comisión y auguró que la segunda parte será igualmente interesante.

Las fuerzas partidarias de limitar "el espectáculo" sostienen que se podía haber abierto una veda y convocar a políticos de uno y otro signo, ninguno de los cuales hubiera reconocido haber cobrado comisiones. De modo que es más interesante analizar las posibilidades de corregir cualquier posible desvío en el futuro que prolongar sin fecha e inútilmente los trabajos de una comisión que, hasta ahora, sí ha ofrecido algunos resultados.