Narbona dice que su plan empezará a dar agua en mayo con la planta de San Pedro del Pinatar

Los empresarios le piden que "se afiance" la relación entre administraciones públicas

La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, aseguró ayer en Valencia que el programa AGUA del Gobierno, aprobado tras la derogación del trasvase del Ebro, empezará a dar agua a la Comunidad Valenciana en mayo con la puesta en servicio de la desaladora de San Pedro del Pinatar, que producirá un hectómetro cúbico mensual. Narbona presidió la firma de un convenio para la construcción de otra desaladora en Dénia, que podría estar en marcha a principios de 2007, según el director general de la sociedad estatal, Adrián Baltanás.

Narbona subrayó que el programa dará agua a la Comunidad Va...

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La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, aseguró ayer en Valencia que el programa AGUA del Gobierno, aprobado tras la derogación del trasvase del Ebro, empezará a dar agua a la Comunidad Valenciana en mayo con la puesta en servicio de la desaladora de San Pedro del Pinatar, que producirá un hectómetro cúbico mensual. Narbona presidió la firma de un convenio para la construcción de otra desaladora en Dénia, que podría estar en marcha a principios de 2007, según el director general de la sociedad estatal, Adrián Baltanás.

Narbona subrayó que el programa dará agua a la Comunidad Valenciana este mismo año y que habrá licitación de obras tanto en 2005 como en 2006. La ministra avanzó que la desaladora de San Pedro del Pinatar -"licitada hace 10 años", remarcó-, producirá a partir de mayo un hectómetro cúbico al mes que servirá para abastecer a las comunidades de regantes del Canal del Taibilla. Además Narbona explicó que está "ultimándose" la ampliación de la desaladora de la ciudad de Alicante, que generará otros seis hectómetros cúbicos anuales, a final de 2005, así como la segunda planta en proyecto. La titular de Medio Ambiente reiteró el compromiso del Gobierno de aportar a la Comunidad Valenciana 400 nuevos hectómetros cúbicos de agua de aquí a 2008, con una inversión de 1.200 millones de euros.

La ministra presidió la firma del convenio para la construcción de una desaladora en Dénia, que rubricaron el director general de la sociedad estatal Acuamed, Adrián Baltanás, y la alcaldesa de esta localidad de la Marina, Paqui Viciano. La edil recordó que Dénia es una localidad que dobla durante los meses estivales su población y que arrastra un déficit hídrico importante. Según Baltanás, el proyecto de esta planta saldrá a exposición pública en los meses de junio o julio, luego se someterá a la evaluación de impacto y en torno a noviembre podrían licitarse unas obras que durarán de 12 a 15 meses. La desaladora de Dénia, que costaría, según una primera estimación, unos 25 millones de euros, estaría acabada, si se cumple este calendario, en el verano de 2007 y proporcionaría a este municipio unos 24.000 metros cúbicos diarios.

Narbona, que participó en un debate con el consejo editorial de la publicación La Voz, donde estaban presentes contratistas de obra pública valenciana, dijo que éstos le trasladaron su deseo de que "se afiance la relación entre administraciones", central y autonómica para proporcionar agua a la Comunidad. Narbona recordó su entrevista con el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, poco después de llegar al ministerio y adelantó que hoy representantes de Acuamed y de la Consejería de Infraestructuras se reunirán para hacer un seguimiento del plan de inversiones hídricas.

Narbona, el consejero José Ramón García Antón y dirigentes de las comunidades de regantes del Vinalopó y del Júcar mantuvieron después un debate sobre el agua, donde se reiteró la necesidad de consenso.

Protestas a las puertas

A las puertas de la Fundació Bancaixa esperaban a la ministra Cristina Narbona -que iba a pronunciar una conferencia sobre política hídrica organizada por su departamento- miembros de la plataforma Xúquer Viu. "Es una piedra en el camino de la nueva cultura del agua", dijo Paco Sanz, uno de los portavoces de Xúquer Viu. "Nosotros no somos de los que pegamos", advirtieron en alusión a un altercado que tuvo la ministra en Murcia con un grupo de regantes partidarios del trasvase.

No estaban solos. Detrás de ellos, una decena de personas de la también plataforma Central Ciudadana, defensora del trasvase del Ebro y cercanos al PP, desplegaron una pancarta donde se podía leer: "Queremos agua sin sal". A sus pies se habían arrojado decenas de paquetes de sal.

A su llegada, la ministra se acercó a los miembros de Xúquer Viu para hablar con ellos y recibir un escrito que han remitido a los grupos políticos en el Congreso de los Diputados, para que en la votación de la reforma del PHN, que trata el 21 de abril, se rechace el trasvase Júcar-Vinalopó. La ministra les garantizó que no se trasvasará un solo litro del Júcar que no sea en las condiciones que establece la ley. Sanz reiteró su oposición a esta infraestructura y agregó que si se termina la obra, la presión urbanística "acabará dejando al Júcar sin agua".

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