El Supremo ordena volver a sentenciar al ex edil del PP Manuel Ramos

La Audiencia Provincial de Málaga deberá repetir la sentencia en la que condenó al ex concejal de Personal y de Urbanismo de Málaga Manuel Ramos, del PP, a un año de prisión y otros tres de inhabilitación por un delito de infidelidad en la custodia de documento público. La nueva sentencia deberá ser igualmente condenatoria, puesto que en la resolución del recurso de casación, el Tribunal Supremo sí admite válido el veredicto de culpabilidad que dictó un jurado popular.

El Supremo ha rechazado el recurso de casación que puso el otro condenado, el funcionario José Enrique Vega, contra la ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La Audiencia Provincial de Málaga deberá repetir la sentencia en la que condenó al ex concejal de Personal y de Urbanismo de Málaga Manuel Ramos, del PP, a un año de prisión y otros tres de inhabilitación por un delito de infidelidad en la custodia de documento público. La nueva sentencia deberá ser igualmente condenatoria, puesto que en la resolución del recurso de casación, el Tribunal Supremo sí admite válido el veredicto de culpabilidad que dictó un jurado popular.

El Supremo ha rechazado el recurso de casación que puso el otro condenado, el funcionario José Enrique Vega, contra la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que el 2 de abril de 2004 de dar validez al veredicto del jurado popular pero instar a repetir la sentencia del juez por falta de motivación de la pena impuesta. El recurrente alegó igualmente que el fallo del jurado se basaba en pruebas indiciarias, tesis rechazada por el TSJA y respaldada ahora por el Supremo, que entienden que en el veredicto si hubo la suficiente motivación y estaba basada en pruebas.

Ramos y Vega fueron condenados por infidelidad en la custodia de documento público por la Audiencia de Málaga en diciembre de 2003 por haber ocultado mandamientos de embargo de la nómina del ex concejal enviados por un juzgado al Ayuntamiento. Los hechos ocurrieron en 1999, cuando Ramos era director del área de Bienestar del consistorio, antes de ser elegido concejal, y Vega ocupaba la jefatura de servicio en el mismo departamento.

Órdenes incumplidas

En dos ocasiones, en enero y junio de 1999, un juzgado de Málaga envió a dicho área sendos mandamientos de embargo, pero, según determinó el jurado, los dos condenados acordaron no tramitarla y remitirla al departamento de Tesorería para que fueran aplicadas las oportunas retenciones en la nómina del ex concejal. Por aquel entonces, Ramos ya tenía su sueldo sujeto a otros dos embargos judiciales.

El juez que dictó el embargo por una deuda con Unicaja, entidad en la que Ramos había trabajado con anterioridad, envió un tercer escrito al Ayuntamiento en septiembre en el que pedía explicaciones de por qué no se había ejecutado sus dos órdenes anteriores. Este tercer escrito fue enviado a otros departamentos municipales, y el tesorero explicó en el juicio que nunca le habían llegado los dos anteriores.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Ramos fue contratado por celia Villalobos en 1995 para la dirección del área de Bienestar Social, cargo de libre designación, desde la que más tarde pasó a la de Personal. En 1999 el PP lo incluyó en sus candidatura municipal y ocupó primero la concejalía de Personal. En 2001, ya con Francisco de la Torre de alcalde, fue nombrado concejal de Urbanismo, cargo que ocupó hasta 2003, cuando fue excluido de la candidatura del PP. En el año 2002, Ramos promovió una candidatura alternativa a la presidencia provincial del partido que retiró antes del congreso.

Archivado En