Confusión
Leo en la edición de Madrid del domingo 3 de abril una información que titulan en primera página El alcalde de El Escorial quiere construir un "nuevo" pueblo de 18.000 habitantes". Se desarrolla la información en la página 6, ahora titulada San Lorenzo de Menesterio contará con un polígono industrial junto a la A-6.
Quiero mostrar mi perplejidad por el inmenso error de esta noticia de portada. No se debe confundir nunca San Lorenzo de El Escorial, municipio de Madrid gobernado por el PP al más rancio estilo Esperanza Aguirre y Romero de Tejada, modelo tipo Majadahonda para...
Leo en la edición de Madrid del domingo 3 de abril una información que titulan en primera página El alcalde de El Escorial quiere construir un "nuevo" pueblo de 18.000 habitantes". Se desarrolla la información en la página 6, ahora titulada San Lorenzo de Menesterio contará con un polígono industrial junto a la A-6.
Quiero mostrar mi perplejidad por el inmenso error de esta noticia de portada. No se debe confundir nunca San Lorenzo de El Escorial, municipio de Madrid gobernado por el PP al más rancio estilo Esperanza Aguirre y Romero de Tejada, modelo tipo Majadahonda para entendernos, con un alcalde a quien el fiscal ya ha pedido dos años de cárcel y ocho de inhabilitación por delito de prevaricación relacionado, ¡cómo no!, con el urbanismo depredador... No debe confundirse nunca con El Escorial, municipio gobernado por una coalición electoral PSOE-IU, respetuoso con el medio ambiente y que está intentando por todos los medios paliar las barbaridades cometidas por el anterior regidor.
Por lo demás, la noticia referida a San Lorenzo de El Escorial se comenta por sí sola. Más urbanismo arrasador, encima con la disculpa de "a cambio de proteger el resto de la localidad... incluido el monte Abantos..." en cuyas faldas se produjo hace años un incendio nunca aclarado. Por cierto, habrá que dotar a esta nueva aberración urbanística que se pretende perpetrar en el noroeste de Madrid de algún colegio público, centro de salud y alguna zona verde, aunque sea mínima. No sea que suceda como, por ejemplo, en Sanchinarro y Las Tablas, en Madrid, que sí, mucha vivienda, pero llegan los vecinos y vecinas, después de no sé cuántos años de especulación consentida, y no hay un solo servicio público.